Castilla-La Mancha gastó en el pasado año 160.890,11 euros en mantener la oficina de José Bono en Toledo, llamada "Secretaría de apoyo", según informa ABC. El expresidente autonómico podrá disfrutar de ella hasta mayo de 2024, exactamente 20 años, 10 meses y 11 días (lo que duró su mandato) después de la fecha de su renuncia como presidente manchego para ser ministro de José Luis Rodríguez Zapatero. Si llega hasta entonces, la oficina habrá costado a los castellano manchegos más de tres millones de euros.
Los costes se derivan principalmente de los pagos al chófer y a dos empleados eventuales (secretarias) que están siempre a disposición de José Bono, que no recibe importe económico como tal. Aún así, como señala el diario, podría incorporarse si lo deseara al Consejo Consultivo de la Comunidad y cobrar 58.000 euros brutos anuales.
José Bono fue uno de los presidentes autonómicos que más se preocuparon de dejar cerrado su "retiro dorado", pero no fue el único: el despacho de José Luis Rodríguez Ibarra también supuso un escándalo en su momento. El sucesor socialista de Bono en Castilla-La Mancha, José Antonio Barreda, ha renunciado a estos privilegio.
En Andalucía y la Comunidad Valenciana, el ordenamiento también prevé este tipo de despachos representativos, pero los expresidentes no los han abierto.