En su discurso de investidura, Artur Mas ha reiterado su intención de convocar un referéndum ilegal: "Anuncio que en esta legislatura el gobierno someterá a consulta al pueblo de Cataluña y lo hará para garantizar la supervivencia de su Estado de bienestar". Mas ha añadido que la consulta "será realizada bajo el marco legal que la ampara", obviando el hecho de que el referéndum es ilegal y supone pasar por encima de la Constitución.
Utilizando su tono victimista habitual, Mas ha dicho que "durante décadas" Cataluña ha intentado "colaborar con el Estado" para "conseguir una Europa democrática y moderna, respetuosa con la sociedad catalana". Esa "esperanza", ha dicho, "se ha visto frustrada, y para evitarlo debemos emprender un nuevo camino, la transición nacional, el único camino que nos queda para conseguir un bienestar colectivo, una identidad cultural".
El nacionalista ha afirmado que "se ha constatado que el pacto constitucional, tal y como lo interpretan en Madrid no da más de sí" y, en este tiempo, las cosas no solo han ido mejor, sino que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut impide cualquier posibilidad de que España evolucione hacia un Estado multinacional". Una situación que, a su juicio, le aboca a la convocatoria de un referéndum, que justifica en que casi dos tercios del Parlamento catalán son partidarios de la consulta aunque los resultados de CiU no fueran "los esperados".
Estructuras nacionales
En su discurso, Mas ha dicho que aspira a tener todas las "estructuras de Estado propio" listas en 2014, año en el que CiU y ERC han fijado la celebración de una consulta sobre la independencia en Cataluña.
Los dos primeros objetivos de legislatura que ha detallado Mas pasan por buscar un "marco legal" que ampare esta consulta y, en paralelo, construir "las estructuras de Estado propio" para que estén "a punto para el nuevo escenario" que, a su juicio, puede abrirse tras la celebración del referendo.
Entre las "estructuras de Estado" que ha enumerado figuran una agencia tributaria catalana, la conversión del Instituto Catalán de Finanzas en un banco público, la reforma de los Mossos d'Esquadra para que sean una "policía integral", la elaboración de una futura ley de la función pública catalana y planes sobre la Seguridad Social.
Cataluña, "país libre"
"Hay que explicar al mundo el proceso, aspiramos a ser un país normal. Si ven el mapa de la UE, verán que la evolución ha sido muy notable", ha dicho Mas, que no ha ocultado su intención de internacionalizar sus aspiraciones pese a los portazos de Bruselas a sus anhelos independentistas.
"Nuestra actitud debe ser de combate, de superación y no de resignación", ha añadido Mas, antes de apuntar que el Parlamento y el futuro gobierno tienen "un reto apasionante y la oportunidad de levantar el país". En ese contexto, Mas ha expresado su intención de "hacer que Cataluña sea un país libre entre las naciones libres del mundo". "Eso no quiere decir aislado ni recluido en sí mismo, sino un país en el que las personas que lo componen sean propietarios de su destino", ha proclamado.
La postura de Junqueras
Tras Mas, le ha llegado el turno a su socio, el líder de ERC. Oriol Junqueras ha hecho un llamamiento a la unidad de las fuerzas políticas catalanas y de las entidades económicas y sociales para asegurar el éxito de los retos de la legislatura, la consulta soberanista y la salida de la crisis, y ha garantizado la estabilidad del Gobierno catalán.
El dirigente republicano ha indicado que "la mayoría de catalanes tienen la aspiración de que Cataluña sea un nuevo Estado de Europa", y ERC concede la máxima prioridad a este objetivo.
Por este motivo, ha explicado, "la voluntad de ERC es garantizar un gobierno catalán fuerte y estable a lo largo de toda la legislatura", porque el nuevo Ejecutivo "tendrá como prioridades el ejercicio del derecho a decidir y la reactivación económica de Cataluña".