Pasadas las 5:30 de la madrugada de este miércoles, la Comisión Electoral del proceso de elecciones al Colegio de Abobados de Madrid ha decidido suspender la proclamación de resultados de los comicios hasta el próximo viernes 21 de diciembre.
Según el escrito publicado por dicha comisión, la decisión implica la suspensión "de la proclamación de los resultados electorales", de modo que hasta que se resuelva, "la Junta de Gobierno continúa en el ejercicio de sus funciones". Mientras, se requerirá a los representantes de las candidaturas que, en "el improrrogable plazo que finalizará a las 14:00 horas del próximo viernes 21 de diciembre de 2012 se realicen las alegaciones y aporten los hechos y su acreditación que consideren oportunos con relación a las reclamaciones realizadas". En ese ínterin, los "resultados electorales obtenidos en las mesas electorales" quedarán custodiados en sobres lacrados en la caja fuerte del ICAM, dejando la llave en poder del presidente de la comisión.
Según el citado escrito se denuncia por parte de las candidaturas que a priori han resultado perdedoras "la realización de actos de propaganda el día de las elecciones en el colegio electoral, en sus inmediaciones y en algunas salas de abogados de los juzgados y tribunales", así como el empleo de "mecanismos de presión" y el "ofrecimiento de medios económicos y materiales para conseguir que los electores acudieran a votar a favor de una determinada candidatura". Acusaban a Gumpert y a su equipo de cruzar los datos facilitados por los interventores que tenían en las ocho mesas electorales con el censo de colegiados (64.569 abogados). Todo ello fue negado por Sonia Gumpert y su equipo. "Si se creen que tenemos poder para todo eso, es no que no saben en qué mundo viven. ¿Se puede influir en gente con carrera y estudios como un abogado?", señalaron integrantes de su equipo.
Una noche escandalosa
Hasta aquí el comunicado publicado de madrugada por parte de la Comisión Electoral nombrada por el actual Colegio de Abogados de Madrid. Pero, según ha podido saber Libertad Digital, la candidatura a la que se acusa de las anteriores irregularidades, la que encabeza Sonia Gumpert, ha obtenido una victoria arrolladora, cosechando casi más votos que el resto de candidaturas juntas, según diferentes fuentes consultadas.
La jornada electoral comenzó con una participación muy alta –dato que se mantuvo hasta el final- que se ha cifrado en un 13,95%, frente al 10% de hace cinco años. Esto equivale a algo más de 9.000 votantes y a más de 14.000 votos. Según los concurrentes a las elecciones, han sido las elecciones con más participación de las que se recuerdan. Se mantuvo en un tono de cordialidad y normalidad hasta las 18:00 horas de la tarde, cuando miembros de las candidaturas concurrentes a las elecciones señalaron a la de Sonia Gumpert.
El malestar lo generó un grupo de personas que, en la misma sala de votaciones, iban controlado la evolución de los comicios con varios ordenadores. Unas personas miembros de una parte de la candidatura de Sonia Gumpert. Pese a estar desde la apertura del colegio siguiendo la evolución de los comicios en la sala de votación, a la vista de todos, no fue hasta las 18:00 horas que el resto de candidatos decidieran ponerlo en conocimiento de la mesa electoral para denunciar malas prácticas de la candidatura de Gumpert.
Según fuentes consultadas, dichas personas fueron autorizadas por la propia organización de los comicios a estar en ese lugar (en la misma sala de votaciones) ocupando unas mesas en una esquina de la sala trabajando con los ordenadores para el seguimiento de la jornada electoral.
El resto de candidaturas denuncia que, al descubrir que un colegiado –presuntamente afín a la candidatura de Gumpert– no había acudido a votar, alguien contactaba con él y ponían un medio de transporte -un taxi- a su disposición para acercarlo hasta el Palacio de Congresos, donde se estaban celebrando los comicios. Algo parecido a lo que se hizo en los anteriores comicios, cuando alguna candidatura puso a disposición de los letrados que lo necesitasen autobuses para acudir a la sala de votación y cuya práctica no fue impugnada.
La Policía Nacional en el ICAM
Tras el revuelo que se ocasionó alrededor de las 18:00 horas, la votación continuó y los ordenadores se apagaron, la tensión no. Cuando finalizó la votación, se llegó incluso a las manos. Al finalizar la jornada, las personas que habían estado trabajando con los ordenadores (de su propiedad), recogieron y pidieron a uno de sus colaboradores (un ciudadano que colabora con la candidatura) que recogiese los ordenadores. Así, los metió en una bolsa de plástico y se dispuso a salir.
Fue entonces cuando miembros de la candidatura de ALA lo pararon a gritos: "¡Quieren sacar los ordenadores, se llevan los ordenadores!". Algunos letrados empujaron a esta persona y la obligaron a que permaneciera en la sala hasta que llegara la Policía. Hubo insultos racistas y empujones. Llevaron al hombre a una parte de la sala hacia los ventanales que dan a la calle. Se vivieron muchos momentos de tensión ya que algunos intentaron incluso pegarle agrediendo y parando al chico y a los letrados que lo defendían. Fue entonces cuando se llamó a la Policía que tuvo que intervenir. Finalmente, se requisaron los ordenadores pero dejaron al ciudadano que se marchase.
La tensión parecía haberse relajado entonces. Mientras, el escrutinio continuaba en las mesas electorales. Por otro lado, los rumores en la sala apuntaban a que habría impugnación de los resultados por parte de las 13 candidaturas contra la de Gumpert, que iba en cabeza en los recuentos.
Cuando el reloj marcaba algo más de las 23:00 horas, hubo un tercer momento de tensión que requirió, de nuevo, la participación de la Policía. Con el escrutinio muy avanzado y siendo los datos muy favorables a Gumpert, la Comisión Electoral se proponía anular los comicios por las supuestas irregularidades detectadas y a petición de las otras 13 candidaturas. La Policía tuvo que custodiar los votos y actas.
A esas horas, la candidata Sonia Gumpert hizo declaraciones para calificar de "auténtica vergüenza" la decisión de la Comisión Electoral. "Confiaba en que se fijarán en los resultados y resolvieran sobre la base de las pruebas presentadas, que son ninguna. El resultado de las urnas es lo único que importa y los abogados han dicho que quieren un cambio en el colegio", remarcó visiblemente enfadada y decepcionada.