El nuevo lehendakari, Iñigo Urkullu, tomó posesión de su cargo bajo el árbol de Guernica el pasado sábado. Pocos días después, la alargada mano del nacionalismo peneuvista puede entrar de lleno en los canales de televisión pública y dejar su propio sello de identidad esta misma Navidad.
No sería algo nuevo, pues durante décadas el PNV vino utilizando el grupo multimedia como un instrumento político a su mayor gloria, que le servía como correa de transmisión de la ideología nacionalista y también como método de exaltación de las bondades del partido. Eran los tiempos en que EiTB calificaba a los etarras que cumplen condena como "presos políticos", el término terrorismo era cambiado por "violencia política" y las operaciones contra ETA eran "operaciones contra el independentismo vasco".
El mapa del tiempo ya es un objetivo señalado. El presidente de la Ejecutiva del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, quien fuera director general de EiTB entre 1999 y 2008, afirmó esta misma semana que "dejarán que los profesionales de EITB decidan qué mapa del tiempo quieren" porque, según dijo, "así ha sido en el pasado", en alusión a los tiempos en los que él mismo u otro representante de su partido gestionaron el ente.
"El PSE pensó que, cambiando los símbolos, cambiaba el país y los países no cambian porque a un gobierno se le antoje. Los países son como son y hay que aceptarlos como son, en todo aquello que te gusta y en todo lo que no te gusta. El PSE y el PP pensaron que, desde el Gobierno, se podía cambiar la voluntad de un pueblo y de sus ciudadanos, y empezaron por símbolos, el mapa del tiempo y algunas otras cosas que hicieron en las instituciones", añadió.
La realidad es que el mapa del tiempo, en el que se informaba de las previsiones meteorológicas de la entelequia de Euskal Herria, sirvió durante años al PNV para normalizar una supuesta realidad política que jamás ha existido a lo largo de la historia. Por ello, el cambio del citado mapa y la desaparición a las alusiones a Euskal Herria de EiTB fueron uno de los puntos del acuerdo entre PP y PSE que permitieron a Patxi López ser el único lehendakari no nacionalista en treinta y tres años de democracia.
Pero lo primero que podría cristalizar en la nueva ETB será la desaparición de la parrilla del tradicional discurso de Navidad del Rey del Juan Carlos. Un mensaje que no se emitió durante los años en los que el ente estuvo controlado con el PNV pero que sí se pudo ver en las pantallas del grupo durante los años en que los socialistas estuvieron en el Gobierno vasco.
De hecho, EH Bildu, la franquicia electoral que incluye a la ilegalizada Batasuna-ETA, ya ha solicitado que no se emita esta Navidad ya que considera que "a la sociedad vasca su discurso no le interesa lo más mínimo" y "es necesario dejar de lado los símbolos que PSE y PP han tratado de imponer artificialmente durante los últimos años, circunstancia que no se debe volver a repetir".