El PSOE intentó ocultar su crisis interna convirtiendo el Congreso de los Diputados en una especie de barra libre de ataques al Ejecutivo. Un tono muy duro del que Soraya Rodríguez fue la máxime partícipe: "Quién le ha visto y quién le ve, ni sombra de lo que era. Azote del Gobierno en la oposición, adalid de las políticas sociales", le espetó a la vicepresidenta. "Nunca se ha destrozado tanto", le afeó Alfredo Pérez Rubalcaba al presidente, Mariano Rajoy.
El duelo de Sorayas fue especialmente intenso. En ocasiones, en voz de algunos cargos populares, "grotesco" con una portavoz socialista "echada al monte, pero sin presentar ninguna alternativa. Sólo cayendo en el insulto". Los golpes dialécticos no tardaron en llegar, utilizando como argumento la decisión de no subir las pensiones con respecto al IPC, pero que pronto extendió a otros colectivos que se han visto sometidos a los ajustes.
"Se preguntan para qué la mentira, llevan medio año mintiendo. Fuera de aquí, en el parlamento, votando la revalorización de las pensiones", esgrimió Rodríguez, para afirmar que ésta "es la última vez que usted miente a los españoles. Porque para mentir hace falta alguien dispuesto a creer, y no hay nadie dispuesto a creerla". La dirigente socialista incluso se olvidó el rango de usted en uno de sus estoques.
A Sáenz de Santamaría la denominó "portavoz de un Gobierno de las mentiras" y de "un proyecto ilegal", en relación al de las pensiones. "Llevan un año sin contestar, sin decir la verdad", añadió, en su estudiada retahíla de ataques.
La vicepresidenta, acostumbrada ya a los mamporros parlamentarios, utilizó uno de esos ataques para dar inicio a su respuesta: "Me hace usted a mí el trabajo. Fue un gobierno socialista el que congeló las pensiones", dijo, entre aplausos de los suyos. "Mientras usted me pregunte los miércoles no tendrá que escuchar lo que yo escuché", rememorando que, en abril de 2011, el Ejecutivo socialista -en voz de Rubalcaba- aventuraba la salida de la crisis ese mismo año.
En un ambiente enrarecido por la tensión de la sesión de control, Sáenz de Santamaría aprovechó la distracción de su contrincante: "Veo que no le interesa en absoluto mi respuesta, no sé para qué pregunta", para dirigirse a la bancada del PSOE y explicar que el Ejecutivo "lucha" porque no se cumplan las previsiones de los organismos internacionales para 2013. "Hay que atender a las cifras, y a la letra", incidió, en relación al espaldarazo público del FMI o la OCDE a las reformas emprendidas en este primer año de legislatura.
"Con reformas y con seriedad, España saldrá adelante. Con el PSOE, el país está como está. Con su forma de hacer oposición, su partido está como está. Reflexiónelo", concluyó la número dos del Gobierno.