Jornada maratoniana la que ha tenido este miércoles el ministro José Ignacio Wert en el Congreso. Si por la mañana se enfrentaba a la oposición en bloque en la sesión de control al Gobierno, por la tarde volvía a hacerlo en la Comisión de Educación celebrada en la Cámara Baja.
Pero si el ministro ha tenido un azote estridente durante todo el día éste ha sido el diputado de ERC, Joan Tardá, quien acusó al ministro de hacer "terrorismo social" con su proyecto de ley educativa. Y pasó de la lengua a los "obispos": mostró también su enfado porque el Ministerio haya recuperado la asignatura de Religión, a pesar de que no será obligatoria, señalando que "ustedes duermen y están en la cama con los obispos. Si usted va más allá (con ellos)... es cosa suya".
"De esta ley no quedará nada y usted pasará a ser una anécdota y se acordarán de usted sólo por lo del toro y poco más", manifestó Tardá. Y es que el símil taurino que utilizó el ministro durante la celebración del Día de la Constitución estuvo muy presente a lo largo de toda la Comisión, de más de cuatro horas de duración.
El "miedo" a ser "imbestida"
La diputada del BNG, Rosana Pérez, protagonizó la anécdota de la jornada. Afirmó que tenía "miedo" de afrontar esta Comisión antes de que diera comienzo por si el ministro le "imbestía" (sic). Wert, en tono jocoso, puso en evidencia este error en su turno de réplica y esto enfadó mucho a la diputada. "Es absolutamente natural el error (imbestir en vez de embestir) cuando una persona se ve obligada a hablar en una lengua" que no es la suya materna, afirmó indignada.
De esta manera, la diputada nacionalista dio la razón sin quererlo a todas aquellas personas que critican precisamente el hecho de que los niños educados en la inmersión tienen fallos gramaticales importantes cuando usan el castellano.
La inmersión copa el debate
En cualquier caso, la lengua ocupó la práctica totalidad de la atención en la Comisión. Desde CiU, al mismo tiempo que tenía lugar la reunión en Barcelona para pactar saltarse la LOMCE, se amenazaba al ministro en la Comisión advirtiendo: "Llegaremos donde tengamos que llegar". Y añadía el diputado Martí Barberá que "el sistema de inmersión lingüística está avalado por sentencias del Tribunal Constitucional. Usted dice que hay otras... Ya veremos". Y sentenció el nacionalista: "Siempre hemos estado dispuestos a hablar, pero en este tema no han jugado limpio. Han esperado a después de las elecciones catalanas para atacar la lengua".
Sobre este tema también se pronunció el PSOE señalando que su partido "apoya" los sistemas educativos de éxito y "el sistema catalán es un sistema educativo de éxito". No obstante, acusó al ministro de introducir este aspecto en la nueva ley que prepara como "cortina de humo" para "desviar" la atención de los temas de "calado" como son "la calidad y la equidad".
Desde UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, apostó por dar "estabilidad y tranquilidad" al sistema educativo y señaló que su formación cree que no se puede permitir modificar la ley que regula la educación con cada cambio de Gobierno. A su juicio, el Estado debe dar un marco y los partidos políticos llegar a un consenso suficiente que lo permita. Asimismo, indicó que "es chocante que los estudiantes estén más tiempo en Primaria que en otros países europeos y los resultados sean peores".
Propuestas de Wert
Wert se tomó las duras críticas con mucha tranquilidad, a pesar también de que la Comisión dejó de centrarse en la exposición de motivos que hizo el ministro al comienzo. En ella, el titular de la cartera de Educación reiteró que "las críticas son legítimas", pero que "lo único que no es una opción es el inmovilismo". La educación tiene un "problema estructural", diagnosticó.
Con los objetivos prioritarios en mente, "reducción del abandono escolar temprano", del "fracaso escolar" y de la "elevadísima tasa de paro juvenil", Wert desgranó de manera resumida su propuesta de reforma de la educación: anticipación en la elección de itinerarios; reválidas; autonomías de los centros; autoridad del profesor; reforma de la FP... No obstante, Wert afirmó que el debate con las comunidades autónomas sobre las dos pruebas de evaluación de Primaria –a mitad y al final de la etapa– queda abierto y aseguró que en el anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad Educativa todavía se pueden introducir cambios.
"En lo que se refiere a las pruebas de Primaria, consideramos más abierto a una valoración más amplia porque es verdad que sobre ellas parece haber menos identidad de criterios", señaló el ministro, que reconoció también que algunos consejeros autonómicos han preferido que la primera de las evaluaciones se haga en 2º de Primaria y no en 3º, como había propuesto inicialmente el Ministerio.