Santiago Cervera cometió el domingo "una imprudencia" que le llevó a ser detenido por la Guardia Civil por un presunto delito de chantaje. En concreto, tuvo que prestar declaración por su supuesta implicación en intento de coacción al presidente de Caja Navarra (CAN), José Antonio Asiaín, al que le exigían 25.000 euros si no quería que se hiciera pública una información teóricamente comprometida.
El relato de lo acontecido lo publicó el propio afectado poco después de las diez de la mañana del lunes en su blog -Cervera es un amante de las nuevas tecnologías-, cuando los medios digitales empezaban a publicar el suceso y, en paralelo, estallaba la "conmoción" en el PP ante un asunto del que prácticamente nadie tenía constancia.
El diputado del PP explica que en fechas próximas recibió un correo electrónico de un anónimo acerca de "cierta documentación" sobre asuntos relativos a Caja Navarra, de los que podía disponer "recogiéndola de un determinado lugar de Pamplona". En ese mensaje, continúa, "se me indicaba que se trataba de documentación de relevancia judicial. Respondí al correo diciendo que no me parecía la manera de facilitarme ningún tipo de información, y que si el comunicante quería enviármela podía buscar otros medios para hacerlo. Mi respuesta fue devuelta por el servidor".
Así, llega el domingo en cuestión -en el que Cervera estaba en la capital navarra "por razones familiares"-. "Tuve curiosidad por saber si la información se había depositado en el lugar que se me indicó, acudí al sitio y en efecto vi que en él había depositado un paquete aparentemente con documentación", cuenta en su blog.
El lugar no era otro que una ranura de la muralla cercana al Club de Natación. Y allí le estaba esperando la Guardia Civil. El propio diputado, miembro de la Mesa del Congreso de los Diputados, lo expone en su misiva: "A continuación aparecieron varios agentes que procedieron a identificarme". Y de ahí a su detención: "Fui trasladado ante el Juez de guardia, que escuchó mi versión de lo sucedido y decretó un auto de libertad".
Según el Diario de Navarra, el presidente de la CAN presentó el pasado día 5 una denuncia ante la Guardia Civil tras recibir un correo electrónico anónimo en el que se le conminaba al pago de 25.000 euros a fin de evitar los susodichos papeles. Se le acusaba, según el rotativo, de haber facturado "importantes cantidades de la entidad financiera por su trabajo de su despacho de abogado y de las que también se había beneficiado su hijo Diego, que trabaja en el mismo bufete".
Cervera manifiesta que su única implicación en la trama es haber cometido una "imprudencia". "Y las consecuencias las pude constatar inmediatamente. El tema tiene vertientes políticas y judiciales", incidió. Además, rememora que siempre ha sido muy crítico con la gestión de la Caja: "En fechas recientes, he hecho públicas determinadas críticas sobre asuntos ocurridos hace pocas semanas, en los cuales figuraban como protagonistas algunos de los dirigentes actuales y pasados de la Caja", afirma, no dejándose nada en el tintero.
Por último, y como ya hiciera tanto ante el juez como la benemérita, se declara dispuesto a hacer "todo lo necesario para aclarar el caso en toda su dimensión". "En mi labor pública siempre he tenido un comportamiento íntegro, y creo firmemente que los políticos debemos representar los mejores valores en todas nuestras actuaciones", remata. Agradece, de igual forma, las muestras de apoyo recibidas y lamenta el perjuicio causado al PP. Son "unas circunstancias difíciles que nunca imaginé".