La consejera de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña, Irene Rigau, ha denunciado este lunes que el nuevo borrador de la Ley de Mejora de Calidad Educativa (LOMCE) del Gobierno "tumba" la inmersión lingüística en Cataluña al relegar la lengua catalana a materia "de especialidad" -en vez de troncal-, y al establecer la proporcionalidad del castellano y el catalán en las escuelas públicas.
Rigau, en una rueda de prensa urgente ha explicado que la nueva norma prevé que, mientras no se aplique, la Administración pague la enseñanza en castellano en centros privados de las familias que lo pidan.
De este modo, ha deplorado que el texto "rompe el modelo de escuela catalana" y supone la mayor ofensiva contra el catalán desde 1978, después de que el Ejecutivo haya instado a las comunidades con dos lenguas oficiales a dar un trato equilibrado a la impartición de las asignaturas para alcanzar el 50% de proporcionalidad.
El borrador de la discordia
La reacción furibunda de Cataluña apunta a cuáles pueden ser las claves del nuevo borrador que Wert presentará este martes a los consejeros. El ministro de Educación se reunirá con ellos para tratar de consensuar los puntos más importantes, pero en cualquier caso ya ha avisado de que habrá cambios con o sin su beneplácito. Hasta el momento, sólo habían trascendido aspectos ya conocidos, como que las autonomías perderían poder a la hora de fijar contenidos de las asignaturas instrumentales y que se trataría de fomentar el estudio de las lenguas cooficiales y el español.
Los porcentajes en principio se mantendrán tal cual: las instrumentales básicas entre el 65 y el 75 por ciento, y para el resto de asignaturas se dará "un esqueleto mínimo" a partir del cual los centros deciden qué carga lectiva quieren dar. También deben acordar aspectos sobre las evaluaciones externas que el ministro quiere instaurar, un asunto que también indigna a Cataluña.