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Rajoy apuesta por pasar página tras el "fiasco" de Mas el 25-N

Rajoy constata el "fiasco" de Mas en las urnas, y aboga por abrir una nueva etapa centrada en la crisis: "Vamos a colaborar" con Cataluña. 

Mariano Rajoy abre formalmente una nueva etapa, que espera sea de diálogo con las instituciones catalanas. "El Gobierno va a seguir colaborando con Cataluña", pronunció ante la plana mayor de su formación, que se reunió en Génova13 para hacer una lectura pormenorizada de los resultados, y constatar el "fracaso absoluto" del órdago secesionista de Artur Mas. Un diagnóstico contundente para, a renglón seguido, intentar devolver "el sosiego a la política catalana", en voz de un alto cargo de los populares. El jefe del poder Ejecutivo reclamó el regreso "a la responsabilidad".

A puerta cerrada, como ocurre cada vez que se celebran comicios, el presidente retrocedió en el tiempo para situarse en el antes de la convocatoria electoral extraordinaria, para recordar que la Generalidad tenía "apoyos económicos" tanto del Ejecutivo central como del Partido Popular catalán, que le dio sus votos para sacar adelante su programa de ajustes. De hecho, las fuentes destacan que "en el plano económico, son muchas las similitudes con CiU, que también tuvo que enfrentarse a una herencia ruinosa y acometer medidas difíciles para cumplir con los objetivos de déficit". A pesar de ello, continuó Rajoy, Artur Mas fue "desleal con quien le estaba dando su apoyo", dando un golpe en la mesa en la reunión de septiembre en el palacio de la Moncloa que desestabilizó el tablero de juego.

El relato del presidente pasa de esa "deslealtad", a pesar de la ayuda gubernamental para el pago a proveedores o para que las farmacias puedan seguir expidiendo medicamentos, a una "operación" electoral que "quedará ahí para los estudios", llegó a burlarse. "Los resultados de CiU no corresponde a sus expectativas", y de ahí que Rajoy llegara a asegurar: "Su estrategia política ha sido un fiasco. Perder doce escaños es notable y singular".

El retroceso en doce escaños de Mas es un alivio para los populares, que ni de lejos esperaban un fracaso tan estrepitoso, con encuestas que auguraban que CiU podría llegar a rozar la mayoría absoluta. Rajoy admitió el bálsamo en privado en la noche electoral, y en el día después añadió que las del 25-N fueron "unas elecciones sin ninguna razón", faltando "a la responsabilidad y a la prudencia" y que ha dividido -dicen en el PP- a la sociedad catalana hasta límites nunca antes vistos.

Floriano: "Somos un partido de centro"

Así, la estrategia ahora pasa por volver a tender puentes, con las líneas rojas en la Constitución y las leyes. Todo pasa por el sistema de financiación autonómica. "Somos un partido de centro con el que puede hablar todo el mundo", apuntó Carlos Floriano en TVE. Alicia Sánchez Camacho, ovacionada por los suyos, retomó el discurso de la moderación para no descartar un pacto con Mas si éste vira su discurso y se centra en la crisis económica.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tiró de este hilo para asegurar que "el varapalo de Mas" deja en evidencia "la prioridades de los ciudadanos. Hay que mirarlo en la clave que importa, y es que los ciudadanos quieren gobiernos centrados en la crisis y en crear empleo". Y en eso sí encontrarán al Gobierno, que -no obstante- dice ser conscientes de que el problema no ha cesado, y que incluso podría ir a más si ERC entra en el Ejecutivo autonómico. "Le pedimos a Mas que rectifique su objetivo de acuerdo con ERC y que se ponga a trabajar para recuperar el tiempo perdido, aprobar los presupuesto y tomar medidas para reducir el paro", aseveró Sánchez Camacho, ya en rueda de prensa.

El caso de 'Ciudadanos'

Por su parte, María Dolores de Cospedal dejó las puertas abiertas a CiU, pero con el discurso radical vigente "no podemos hacer ningún pacto". Precisamente, la secretaria general de los populares fue la encargada de hacer ante el Comité Ejecutivo un profuso análisis del resultado electoral no sólo del PP, sino del resto de formaciones. También de Ciudadanos, la verdadera piedra en el zapato de los populares; un caso que asemejan "al de UPyD en Madrid", y que aseguran que estudiarán "con detalle". La número dos también puso el acento en el "batacazo" de los socialistas, que parecen vivir una dulce derrota.

Ni Cospedal ni tampoco Sánchez Camacho, en la comparecencia de prensa posterior, llegaron a pedir formalmente la dimisión del candidato de CiU, a pesar de que en privado se le ve "tocado" y "con un pie en el paro". "El gran perdedor es quien ha convocado estas elecciones cuando no debía. Los catalanes hicieron un ejercicio de serenidad y sentido común al decir no a las propuestas rupturistas de Mas. Cataluña ha demostrado que quiere seguir unidad y cohesionada", afirmó la líder del PPC, que sintetizó el 25-N como "un gran día para garantizar la unidad de España".

Rajoy: "Cumpliremos con el déficit"

Unas elecciones que no eran deseadas, pero que dieron al PP su mejor resultado de la historia. Así, lo primero que pidió Rajoy a su Comité Ejecutivo fue pedir un aplauso para Sánchez Camacho, que se quedó sin el ramo de rosas de 2010 por "austeridad". A pesar de ser cuarta fuerza política y de que llegaron a creer que el escaño número 20 estaba hecho, Rajoy vio reforzada su acción de Gobierno, amén de un discurso claro a favor de una Cataluña dentro de España, y por ello insistió en la necesidad de cumplir con los objetivos de déficit público.

De hecho, una vez más, el presidente no se desvió de su camino e incluyó un diagnóstico de situación económica en su intervención. A las puertas de acabar el dramático 2012, Rajoy dijo que no habrá cambios con respectos a los compromisos acordados con Bruselas. Una "fotografía a final de año", fueron sus palabras, que será muy positiva para lograr el crédito internacional perdido. 

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