La empresa Diviertt, organizadora de la fiesta de Halloween del Madrid Arena en la que murieron cuatro jóvenes, ha asegurado este lunes que la gestión del parking donde se celebró un botellón no estaba incluido en el contrato de arrendamiento de la instalación y por tanto, sostiene que el cobro de los 10 euros fue realizado por Madridec.
Además, subraya en un comunicado que además de este botellón que califica de "masivo", se realizaron otras dos concentraciones más de jóvenes para ingerir alcohol "incluso de mayores dimensiones", que se dieron lugar en la explanada de Lago de la Casa de Campo y en las zonas de parkings anexos a los restaurantes colindantes con la puerta F-14 del Madrid Arena. Así lo manifestó el dueño de la empresa, Miguel Ángel Flores, durante su declaración ante el juez instructor la semana pasada.
Por otro lado, la empresa ha querido dejar constancia que, en la declaración judicial, el representante legal de Diviertt manifestó que consideraba "insignificante" el número de efectivos destinados a garantizar el orden público y la seguridad del evento.
Asimismo, ha subrayado que en ningún caso se aludió durante esa declaración a falta de profesionalidad de los agentes de Policía Municipal, dado que los que estuvieron de servicio la noche del 31 de octubre y la madrugada del 1 de noviembre "ejercieron sus funciones siguiendo órdenes de sus mandos".
Además, Diviertt manifiesta, igual que lo hiciera el responsable de Kontrol 34 ante el juez, que la seguridad interior y exterior del recinto Madrid Arena correspondía exclusivamente a la empresa Seguriber. Asimismo, la empresa apunta que el contrato con Madrid Espacios y Congresos recoge en su cláusula sexta que todos los servicios de restauración, limpieza, mantenimiento y seguridad deben ser prestados por las empresas adjudicatarias que tiene contratadas la empresa municipal.
Al respecto, explica que el servicio de protección y seguridad del recinto ferial de la Casa de Campo y del edificio calle Montera fue adjudicado por medio de procedimiento abierto a la empresa Seguriber. En consecuencia, la seguridad interior y exterior del recinto Madrid Arena durante el evento Thriller Musik Park era competencia "única y exclusiva de esta empresa, supervisada por la Dirección de Seguridad de Madridec".
En el anexo se describen los aspectos más importantes sobre el servicio contratado y que constatan que los vigilantes de Seguriber tenían la competencia para realizar todas las labores de seguridad interior y exterior, para actuar, entre otros, en los procedimientos de control de acceso de personas, uso de los sistemas informatizados, acceso incontrolado y evacuación de edificios (Anexo V del citado pliego de condiciones técnicas). También recalcan que Seguriber debería haber realizado un plan de seguridad específico para este evento, del que el responsable de Madridec tendría que haber recibido una copia.
Finalmente, Diviertt desea aclarar de nuevo el rol ejercido por los 63 controladores, que contaban con el carné oficial expedido por la Comunidad de Madrid. "Sus funciones se limitaban a recibir a los asistentes que ingresaban en el recinto, guiando su acceso al edificio, ojeando el desarrollo del evento y avisando a los responsables de seguridad, en caso de que se produjera cualquier incidente", asegura. Además, realizaban en el interior labores de traslado a enfermería de quienes lo precisasen. Por tanto, argumenta que estos profesionales no podían realizar labores de seguridad, como cacheo, registro de mochilas y bolsos.