En el día después del 25-N, Artur Mas ha vuelto a dejar claro que "ni se le ha pasado por la cabeza" dimitir y que tampoco renuncia a su proyecto de celebrar un referéndum ilegal sobre la independencia, que estará presente en las negociaciones que se abran. El paso ahora es conseguir alianzas que le permitan tener ese "gobierno fuerte" que no le han dado las urnas, y en su comparecencia ha dado algunas pistas.
Duran, que ha comparecido con Mas, ha indicado que sus opciones son, en exclusiva, ERC y PSC. "Siempre se prioriza la segunda fuerza, pero esto no excluye hablar con otras", ha destacado antes de descartar al PPC porque no apoya la consulta.Sobre los modos de ese pacto, ha dejado todas las puertas abiertas: tanto un Ejecutivo de coalición como un gobierno en solitario con un pacto estable.
Aunque en la rueda de prensa se ha citado a los socialistas, todo apunta a que el pacto unirá a CiU y ERC. El presidente de Esquerra ya se postuló como posible socio de Mas por la mañana, con condiciones: una agenda "nacional", que incluyera el referéndum, y políticas sociales que supusieran un giro en la gestión actual de los convergentes. Entre ellas, citó la supresión del euro por receta, una nueva política fiscal o la recuperación del impuesto de Sucesiones.
En su rueda de prensa, Artur Mas ha insistido en varias ocasiones en que el referéndum seguirá siendo uno de los ejes de su política, que no está "dispuesto a aparcarla" y que no va a "renunciar" a ella, con lo que se cumpliría la primera condición de los republicanos. Respecto a la segunda, Mas ha declarado explícitamente que no le parecen mal las propuestas de Junqueras, recalcando que no debe haber una competición entre CiU y ERC para ver quién defiende más las políticas sociales.
Mas no se arrepiente
Respecto al análisis del resultado, la autocrítica ha sido mínima en CiU. Según ha dicho Duran, el partido "asume el resultado" y "debemos aceptar la voluntad del pueblo" aunque ha insistido en "destacar y hacer hincapié en el apoyo amplio" recibido. "Son unos resultados muy buenos aunque no son los que esperábamos", ha agregado el líder de Unió.
Tras Duran, Mas ha insistido en que "no se arrepiente" de haber adelantado los comicios porque, a su juicio, "había que esclarecer el mapa político catalán".
Mas ha apuntado que el contexto era muy distinto a 2010, porque ahora hay una situación de "austeridad obligada" y "un cambio sociológico en Cataluña" que, según ha dicho, "quedó patente en la manifestación de septiembre". "Una cosa es salir a la calle y otra salir a las urnas. Teníamos que ver si se correspondía una cosa con otra, de ahí venía lo de dar la voz al pueblo, y el pueblo se pronunció", ha dicho Mas.
Ahora, ha admitido, "el panorama que queda es más claro y también es más complicado". Sobre sus resultados, ha apuntado que su gobierno "ha aguantado bastante bien" porque "en número absoluto de votos no hemos perdido tanto". Ante las posibilidades que se abren, ha apuntado que no puede "ejercer el liderazgo único porque no se nos ha dado esa opción". Por ello, "otros partidos tendrán que asumir una parte de la responsabilidad. Tenemos que estar acompañados y no solos en este liderazgo".