Hubo cuatro muertos, pero ni se encuentran irregularidades ni parece ser que hubo, durante la propia celebración de la fiesta en el Madrid Arena, ningún responsable que se percatase de que algo anormal ocurría.
Al menos, eso es lo que se desprende del informe que este jueves ha hecho público el propio Ayuntamiento de Madrid y en el que se abordan varios aspectos de lo ocurrido en la fiesta de Madrid Arena y también una larga lista de consideraciones jurídicas sobre el propio estatus del recinto, con las que busca explicar ciertas carencias que han sido destacadas en los medios las últimas semanas.
Régimen jurídico privado
La primera parte del informe se esfuerza en dejar claro el estatus jurídico de Madrid Arena –Madrid Espacios y Congresos (Madridec)- aclarando que pese a tratarse de una instalación propiedad de una empresa pública , su régimen legal se acomoda "íntegramente al ordenamiento jurídico privado".
En este sentido, también se recalca que los contratos "patrimoniales" de este tipo de empresas –y entre ellos el arrendamiento de inmuebles- "tendrán siempre el carácter de contratos privados y se regirán por la legislación patrimonial".
Esto hace, por ejemplo, que para firmar el tipo de contrato por el que se alquiló Madrid Arena a DivierTT no sea necesario que la empresa en cuestión esté "al corriente del pago de las obligaciones tributarias y de seguridad social", una de las cosas por las que se había criticado al Ayuntamiento.
Del mismo modo, el documento explica también que los espectáculos desarrollados en Madrid Arena "no tienen consideración de espectáculo de carácter extraordinario" y por esta razón no necesitan "la autorización de la Comunidad de Madrid".
Aforo previsto de "entre 4.000 y 6.000 personas"
El documento también trata, como es lógico, los hechos concretos que se sucedieron la madrugada del uno de noviembre. Por ejemplo, se aclara que el Ayuntamiento recibió una comunicación de DivierTT en la que estimaba un aforo entre 4.000 y 6.000 personas a pesar de lo cual se comunicó a la delegación del Gobierno que habría 7.000.
No obstante, el Ayuntamiento aseguró a DivierTT que para el evento en cuestión el aforo máximo sería de 10.620 personas.
Un aspecto sorprendente del informe es que asegura que personal de Madridec comprobó visualmente el aforo a las 3 de la madrugada, poco antes de los sucesos que acabaron en las cuatro muertes, "sin que aparentemente estuviera cubierto".
Nadie vio nada
La primera noticia sobre lo ocurrido saltó a las 4 de la madrugada a través de una llamada a la Policía Municipal que alertaba que una joven se encontraba "tendida en el suelo con graves problemas respiratorios". Incluso en ese momento, un vigilante de seguridad de la empresa contratada, Seguriber, aseguraba que no tenía conocimiento de que se hubiese producido ningún incidente.
La propia responsable de la policía municipal comprobaba, alrededor de las 4:30 de la mañana, es decir, después de que ya se hubiesen producido los hechos, que el concierto se estaba desarrollando "con total normalidad".
De hecho, al llegar más tarde agentes y responsables de la Policía Nacional al Madrid Arena preguntaron a personas del público que abandonaban el lugar y ninguna de ellas "hizo mención a que ocurriera nada anormal".
Tampoco consta, siempre según el informe municipal, que la persona de la seguridad que se encontraba en el centro de control de las cámaras de seguridad del recinto comunicase ninguna incidencia o alerta que hubiese visto a través de las cámaras.
Finalmente, otro aspecto que llama la atención es que los responsables municipales se enteraron a través de un SMS de Miguel Ángel Flores de la cantidad de gente que había participado finalmente en la fiesta: "Metimos 9.650 personas, pero habitualmente el aforo que nos dais máximo es de 12.000".
De ser cierto, este dato contrasta con el atestado policial que aseguraba que el aforo "estaba sobradamente sobrepasado", pero resulta también contradictorio con la propia "comprobación visual" del aforo que un responsable de Madridec habría realizado.