El presidente de la Generalidad y candidato a la reelección, Artur Mas, ha asegurado que CiU está unida y que el número dos de la federación, Josep Antoni Duran, apoya el programa electoral, que han acordado ambos partidos y ellos dos personalmente.
Mas hacía estas declaraciones en una entrevista concedida este sábado por la noche a Telecinco –en el programa El Gran Debate de Jordi González–. Además, decía que "puede haber matices" pero no grietas entre CDC y UDC (Durán), al preguntársele por las declaraciones del viernes de Duran, quien consideró "malo" para Cataluña no tener a España y dijo no ver una gran mayoría por la independencia.
Las "declaraciones son declaraciones, pero lo fundamental es que el programa está acordado. Estoy muy tranquilo de que esta hoja de ruta se va a cumplir", ha dicho el presidente, y ha defendido que debe cumplirse no solo con CiU, sino con otros partidos y con la mayoría de la sociedad catalana.
Ha recordado que el programa electoral acordado dice que habrá una consulta en los próximos cuatro años, que hay que ir dotándose de instrumentos de Estado, "en el límite, incluso, de un Estado propio en el marco de la UE", ha constatado, y ha insistido en que todo eso está acordado en CiU.
Ha justificado que la palabra "independencia" no salga en el programa –habla de Estado en la UE– por hacer "pedagogía" para seguir en la UE: "Vamos a una UE con interdependencias pero con una serie de naciones, pueblos, todos con los mismos instrumentos".
Para él, hay que seguir en la UE aunque se adopte otro estatus político, ya que Cataluña cumple y quiere cumplir con todas las condiciones de la Unión, y ha pedido tener en cuenta esa voluntad catalana: "¿No se va a encontrar un camino para que nos podamos quedar?".
Ha reclamado no dramatizar que Cataluña tenga Estado propio: "Esto que se saca de madre debería verse como una cosa absolutamente normal".
Mas también ha dicho que le hace "ilusión" que la consulta por la independencia se haga en 2014, por la carga simbólica del tricentenario de 1714, pero que "lo fundamental no es la fecha, sino el proceso", y que la fecha y otras condiciones no deben ser una decisión solo del presidente de la Generalidad, sino que deben tener voz los grupos del Parlamento catalán.
Planes B y C
Si gana las elecciones, su primera medida será precisamente convocar a los grupos para configurar la "hoja de ruta" para llegar a una consulta sobre el futuro de Cataluña, y acudir después ante el Gobierno central para conseguirla: "Espero que haya una respuesta a la altura, especialmente si hay un resultado contundente en las elecciones catalanas".
Ha reiterado que, si el Estado no permite la consulta, se intentará hacer una ley catalana de consultas en el Parlamento catalán apara convocarla de acuerdo con la legalidad catalana, pero también ha dicho qué haría si tampoco puede ser así: "Si ni siquiera eso es posible intentaremos buscar el amparo de la UE y de la comunidad internacional".
Para todo este proceso, no teme "en absoluto" una fractura social en Cataluña, porque conseguir el Estado propio debe hacerse a través de grandes mayorías. "Mi intuición es que en este momento la mayoría de la gente está girando a la soberanía y al Estado propio dentro de la UE", y no hay riesgo de fractura si eso se confirma, ha dicho.
Reunión secreta con Rajoy
En cuanto a su reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en La Moncloa para plantearle el pacto fiscal, ha dicho que salió "decepcionado, no cabreado", y ha destacado que se han visto otras veces; una de ellas, secretamente y a solas este mismo año durante cinco a seis horas, en las que le explicó a fondo su propuesta de pacto fiscal.
Sobre si los catalanes dejarán de pagar peajes con un Estado propio, ha dicho que no, "porque hay que ser serio: toda la UE va hacia una política donde las infraestructuras las paga el usuario", mientras que no sucede así en el resto de España, de manera que cree que es España quien debe cambiar sobre este aspecto.