La Fundación Víctimas del Terrorismo tiene nueva presidenta. María del Mar Blanco, la hermana del concejal del PP de Ermua asesinado por la banda terrorista ETA en julio de 1997, es ya la nueva presidenta de la institución, después de que el Patronato de la misma aprobara este martes su nombramiento en sustitución de Maite Pagazaurtundua, que ostentaba el cargo desde 2005.
Pero éste no ha sido el único cambio que se ha producido en las altas esferas de la fundación. Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), es la nueva vicepresidenta primera, mientras que Tomás Caballero, presidente de la Fundación Tomás Caballero –en honor a su padre–, ha sido nombrado vicepresidente segundo.
También se ha acordado el nombramiento de Francisco Zaragoza Lluch, presidente de la Asociación de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en sustitución de José María Jiménez de Laiglesia, patrono fallecido que representaba a la Fundación Manuel Broseta. Además, se ha decidido que la presidenta de la Fundación Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar, ocupe la vacante dejada por la Fundación Miguel Ángel Blanco. Junto a ello, se acuerda el nombramiento de un nuevo patrono, que recae en Joaquín Vidal, presidente de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo.
Tras esta decisión, continuarán formando parte del Patronato de la Fundación, renovando su mandato, Conchita Martín López, en representación de la AVT, Natividad Rodríguez Lajo, en representación de la Fundación Fernando Buesa, y Pilar Manjón, en representación de la Asociación 11 M Afectados del Terrorismo.
En busca de un cargo remunerado
Pese a este nombramiento como presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, el número uno de los populares vascos, Antonio Basagoiti, continúa buscando un puesto o cargo remunerado para Mar Blanco –el de presidenta de la FVT no lo es–, después de que no fuese elegida en las últimas elecciones vascas como diputada regional por Álava.
Su primera intención era que alguno de los cinco parlamentarios elegidos por el territorio histórico alavés renunciase a su escaño, aunque fuentes populares consultadas por Libertad Digital indican que ninguno de los cinco (Iñaki Oyarzabal, Javier Maroto, Laura Garrido, Carmelo Barrio y María del Carmen López de Ocariz) está dispuesto a ceder su puesto, pese a que el propio Oyarzabal aseguró en rueda de prensa el pasado miércoles 24 que todos se había ofrecido a hacerlo.
Desde la dirección popular aseguraron que esas gestiones las iba a hacer en persona el propio Basagoiti, aunque la realidad es que éste no se ha puesto en contacto ni ha hablado del tema con ninguno de los posibles afectados, que se enteraron por los medios de comunicación de que el dúo Basagoiti-Oyarzabal buscaba un candidato para no tomar posesión del escaño en la Cámara vasca. Sólo el número dos del PP vasco se puso en contacto con ellos el miércoles, después de la rueda de prensa ya mencionada, para decirles que se estaba estudiando dar entrada a Blanco en la Cámara de Vitoria.
Cargos públicos y militantes del PP alavés consultados por este periódico han considerado que quien debería dejar en todo caso el escaño es Maroto, pues tendría ya suficiente trabajo con la alcaldía de Vitoria, aunque su salida no es la deseada por los máximos dirigentes del partido. Su permanencia se debe entender en clave sucesoria, al ser el hombre de confianza y al que apoyaría el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso.
Ante esta situación, el rechazo de los electos a no tomar posesión de su escaño y la continuidad de Maroto en clave sucesoria, fuentes populares creen que uno de los posibles escenarios que se abrirían sería el de encontrar algún puesto para la hermana de Miguel Ángel Blanco en Madrid, en alguna de las estructuras del Gobierno de la Nación, donde sería relativamente fácil hacerle un hueco.