Dos realidades paralelas ha pintado Alfredo Pérez Rubalcaba en su comparecencia ante los medios. Frente a unas voces que claman abiertamente contra la dirección a las que se unió la semana pasada el presidente del PSOE, José Antonio Griñán, quien no descartó sucederle y consideró que "sería un error" que Rubalcaba se atrincherara en el cargo hasta 2016, el secretario general ofreció una rueda de prensa tras la Ejecutiva obviando las palabras de Griñán y reiterando que se piensa quedar: "Nos hemos reafirmado en nuestra voluntad en cumplir el mandato de hace 9 meses, lo vamos a cumplir. Me he sentido unánimemente apoyado".
Tras una reunión de cuatro horas de la Ejecutiva, en la que por primera vez Rubalcaba y Griñán se veían las caras tras la doble derrota electoral del 21-O, el secretario general del PSOE reiteró que "nadie" en la Ejecutiva ha cuestionado su liderazgo y su labor de oposición, ni tampoco le han pedido adelantar las primarias para candidato a La Moncloa a 2013. "¿Primarias? Nadie ha hablado de eso. Cuando toque, cuando el partido decida. Le recuerdo que las primarias son para elegir candidato y quedan tres años y pico".
Sobre Griñán, se empeñó en resaltar "el discurso territorial" del líder del PSOE andaluz dentro de la Ejecutiva , pero descartó que le hubiera planteado que quiera sustituirle al frente del PSOE. "No le he oído nada de eso, hoy en la Ejecutiva no ha manifestado la voluntad... él me ha dicho que orgánicamente estaba muy bien donde estaba".
Enrocado en que no pasa nada en el PSOE y cada vez más enfadado, Rubalcaba no ha admitido las voces que se alzan para sustituirle. "Nadie me ha dicho 'yo quiero ser candidato', tampoco me lo dirían" y calificó el debate de "política ficción". Sin embargo, sí reconoció: "Si lo que me dice es que todos mis compañeros han comenzado su intervención diciendo 'Qué bien lo estás haciendo, Alfredo', la respuesta es no".
En referencia a quien se ha convertido en el adalid de los críticos y, por tanto, en su particular piedra en el zapato, se pronunció con mayor claridad al ser preguntado por Libertad Digital. "Fíjese, en estos meses yo he tenido algunas críticas en el partido, es verdad que muy minoritarias y en ocasiones interesadamente", dijo en referencia a medios de comunicación con una determinada "línea editorial".
"Y en la defensa de esa línea de oposición he tenido un gran valedor que lo ha dicho públicamente es el señor Griñán. Y, por tanto, no tengo ninguna intranquilidad sobre el señor Griñán. Otra cosa es que él tenga sus posiciones". Repreguntado por la cuestión, ha asegurado: "Le juro que no ha dicho nada sobre atrincheramiento".
En este sentido ha confirmado que, desde las elecciones del 21 de octubre no había hablado con Griñán pero que "no hablamos por teléfono pero en la comunicación moderna hay formas..." "¿Un sms?", le ha insistido el periodista. "Por ejemplo...", ha contestado. Y ha añadido que "estamos uno al lado de otro. Hemos hecho comentarios hoy de lo que decían hoy unos y otros. Tenemos muy buena relación personal y seguiremos hablando".
Fuentes de la Ejecutiva consultadas por este diario se manifestaron "sorprendidas" por que este lunes Griñán "ha reculado, ha querido rebajar el tono y no ha dicho nada en torno a la sucesión ni las primarias. Yo no le he oído". Más allá de la ley del silencio dictada por Ferraz en torno a las intervenciones de los miembros de la Ejecutiva, la sorpresa también cunde entre ellos porque haya sido el presidente del PSOE "quien se ha sumado a voces que son un debate virtual. Nosotros no hablamos de ello dentro".
Revisar el calendario
"Fortaleza , alternativa y empatía". Con estas tres palabras ha definido Alfredo Pérez Rubalcaba el resultado de la agitada Ejecutiva de este lunes. "La Ejecutiva ha tomado nota", ha dicho, antes de relacionarlo "con la forma en que gestionamos la crisis en el gobierno anterior". Sin embargo, el socialista se ha apresurado a rechazar su marcha o la de su equipo: "Hace ocho o nueve meses que fuimos elegidos, hemos trabajado duro estos meses y nos hemos reafirmado en cumplir el mandato del congreso".
Rubalcaba ha llegado a decir, pese a las críticas internas que se han sucedido desde las elecciones, que se ha sentido "unánimemente apoyado como secretario general" en la reunión en Ferraz y "en la misión que tenemos como dirección". El socialista ha añadido que van a "revisar nuestro proyecto político" y a hacer "una reflexión ideológica de fondo", además de "abrirse a los ciudadanos".
PSOE y PSC, ¿juntos?
En el turno de preguntas, con un Rubalcaba visiblemente tenso, uno de los temas estrella ha sido el PSC y la errática postura del partido sobre Cataluña. El socialista ha optado por distanciarse del socialismo catalán, que abogaba este fin de semana por el derecho a decidir: "Es un partido diferente del PSOE, tenemos una relación más que fraternal, pero son distintos. Tiene su autonomía e históricamente ha sido así". Después, ha recalcado que el PSOE no está de acuerdo "con esa formulación" pero lo ha englobado en el "debate muy vivo" que se ha abierto en Cataluña porque, según ha dicho "en Cataluña no existe el PSOE".
Después, ha recalcado que el PSOE no está de acuerdo "con esa formulación" pero lo ha englobado en el "debate muy vivo" que se ha abierto en Cataluña. En relación con las voces que aventuran que se romperán los lazos entre PSOE y PSC, dijo que "la respuesta es taxativamente no". Aunque en el Congreso podrían abrir la mano a que se les permita a los socialistas catalanes tener una disciplina de voto propia: "Hay conversaciones en ese tema que lógicamente ahora están parados y las continuaremos después".
Rubalcaba ha acusado a CiU de aprobar un programa en la que no menciona la independencia. "Digan la verdad, que quieren la independencia, y nosotros diremos que no la queremos". Y aprovechó para criticar al PP. "Entre irse y retroceder al centralismo del PP está el PSC que es clave. Diálogo, consenso, mejoras para buscar una relación más estable".