El Mundo cuenta que el Gobierno se ha caído del guindo y se han dado cuenta de que Mas no va de farol y se han puesto a discurrir. "El Gobierno crea una célula de crisis contra la independencia". Dice Casimiro García Abadillo que estas cabecitas pensantes se van a dedicar a "analizar las diferentes alternativas legales que pueden utilizar para frenar el desafío secesionistas". Legales, dice. Mas se les va a reír en las barbas. En una entrevista con Gallardón, dice el ministro de Justicia todo solemne que "el artículo 155 permite suspender a los políticos que actúen contra la Constitución". Mas va a echarse a temblar. Con el respeto que le tiene él a la Constitución. Pedro J. está muy, pero que muy preocupado porque le da en la nariz que Mas no va a pedir permiso y va a acometer "un proceso de independencia por la vía de los hechos consumados". "El reto es mayúsculo y es lógico que el Gobierno busque cómo poner remedio al desvarío", pero si con su comité de sabios y por las buenas no lo consigue ya puede ir pensando en "recuperar el artículo 506 del Código Penal que castigaba, lógicamente, con cárcel ese tipo de aventuras".
Federico Jiménez Losantos también sigue con gran interés este interesante capítulo de nuestra historia. Le ha dado vueltas y vueltas al elogiado discurso de Rajoy el sábado pasado, y nada, que no le ve la chicha. "Lo he leído tres veces y no he encontrado una idea, un propósito que justifique el alborozo". Lo que sí le ha llamado la atención es que "ni una sola vez nombró a Artur Mas" y no cree que sea un lapsus memorístico, sino que cree que "no atreverse a nombrarlo se traduce en un miedo cerval a la ruptura, o sea, a Mas, y un pánico poco democrático a la discusión de lo que, quiera o no Rajoy, se discute: la ruptura de España". Y es que Federico se tira de los pelos con Rajoy. "No hay forma de que Rajoy baje a la realidad ni de apearle del viaje en globo por su ego: nadie me dice lo que debo pensar, lo que yo digo es lo que pienso, yo, yo, yo... y al final nada. Porque, sinceramente, decir a estas alturas que hará que se cumpla la ley cuando en Cataluña hace años que no se cumple y eso no ha impedido al PP apoyar los dos últimos presupuestos de Mas, resulta grotesco", dice.
Y a todo esto, ¿qué es del PSOE?, se preguntarán. Pues al final se ha decidido y "el PSC incluye en su programa el derecho a decidir en Cataluña", o sea, más o menos como Mas. Claro que cuenta Santiago González que mientras Pere Navarro decía esto en Cataluña, Griñán decía en Sevilla que "la soberanía nacional no es fragmentable" sin que Rubalcaba "acierte a decir ni mu". Vamos, un gallinero.
El País cuenta que "Mas augura para 2020 el futuro estado catalán dentro de la UE". Y no cualquier estado, qué va, se ha montado un pedazo de país que te mueres. Con "una tasa de paro equivalente a la de la UE, un crecimiento mayor que la mediana comunitaria, reducir el 24% de la tasa de pobreza y situar a Cataluña entre los veinte primeros países del mundo en competitividad". Claro, claro, y por qué no ponerse un Caribe al otro lado del Mediterráneo, que mola un montón, que cada catalán tenga un yate y un jet privado, que todos felices comiendo perdices... y ¡cataplás!, a la lechera se le cayó el cántaro y adiós a la leche.
Del PSC dice que "reclama el derecho a decidir en un referéndum legal" y que "propone una pregunta clara y pactada", aunque no dice cuál. Enrique Gil Calvo está que echa humo por "la hemorragia de votos sufrida por el PSOE" mientras "el PP no recibe el castigo que merece por su injusta política de derechos sociales". Si es que esta vida es un asco, señor Gil, no hay justicia en este mundo. Tras desahogarse, intenta echar un capote a Rubalcaba. Dice que con esa pinta –"su raída imagen de villano capitán Barbosa", dice- Chacón, "con su aire a lo Lara Croft", le da mil vueltas, pero que si dejamos esto aparte, "la verdad es que Rubalcaba es hoy por hoy la mejor cabeza del PSOE actual", pero que se ha "equivocado de estrategia". Verás, Rubal, le cuenta, tu papel es ser el "nuevo Moisés que debe guiar la huida de su partido en la travesía del desierto pero sin alcanzar en persona la tierra prometida, cuya conquista le está reservada a su sucesor, quien habrá de proceder necesariamente de otra generación más joven, afín al 15-M". Me parece que estoy oyendo la respuesta de Rubalcaba. ‘Tu padre, majete’, ¿me has tomado por gilipollas?’.
ABC dice que "el PSC compite con CiU en el desafío soberanistas". Contagiado de la inspiración religiosa de Gil, que cuando les da por algo les da, dice que "si Mas es el mesías del derecho a decidir, Pere Navarro es su profeta". ¿A qué queda mono? Y es que, "acomplejados ante el soberanismo de CiU" ellos no va a ser menos, a la porra con el federalismo y esas memeces y hala, "se decanta ahora por el derecho de autodeterminación". ABC está feliz porque "deja el campo libre al PP".
La Razón nos cuenta que "Ferraz se conjura para frenar a Griñán" y Alfonso Merlos les pincha sin piedad. "Se han quedado sin líder, sin mensaje, sin proyecto y sin discurso político. ¡Que han espantado a la clientela, vamos!". Para Cataluña, Marhuenda les pide paternal que sean buenos, "aún es tiempo de volver a su discurso nacional, que es el que demanda la mayoría de sus votantes", aunque lo dice con la boca pequeña porque también se le ve encantado. "La mejor baza de Sánchez-Camacho ahora es recordar permanentemente que quien vote a CiU lo hace a un partido que quiere romper España".
Para La Gaceta "Rubalcaba quiere radicalizar aún más el discurso del PSOE". En el editorial, recuerda que "ETA todavía existe". "No hay ningún motivo para felicitarse cuando los terroristas acceden al Parlamento y a las instituciones con la única condición de que dejen la pistola en el monte, algo a lo que acceden encantados porque ahora van a hacer el mismo daño con su acta de diputado (...) El PP vasco va camino de la desaparición en el País Vasco por olvidar que ETA todavía existe".
La Vanguardia se dedica a fastidiarle la campaña a los socialistas. "El federalismo llega tarde. Sólo tres de cada diez catalanes consideran válida la fórmula del PSC y el 71% no cree que el PSOE la acepte". Pues vaya chasco, con la tabarra que han dado este mes.