Tras una de las semanas más duras para el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, El País pone negro sobre blanco –abriendo su portada– que "la ambigüedad de Griñán tiene en vilo a la cúpula del PSOE". Por primera vez desde que comenzó la crisis de los socialistas, el periódico de Prisa no se moja por Rubalcaba, no le apoya sin fisuras y de forma manifiesta; lo sitúa, más bien en el alambre. Pero también lanza un mensaje encriptado a los que quieren correr demasiado: calma, parecen aconsejar desde sus páginas.
Según sus fuentes, "es cuestión de tiempo que Andalucía fuerce la crisis; no tanto por Griñán, que sigue midiendo los plazos y expresa su apoyo a Rubalcaba –aunque se esfuerza en colocar un "en este momento" cada vez que se le pregunta si mantiene su apoyo–, cuanto por miembros de su equipo como Mario Jiménez (vicesecretario general de los socialistas andaluces) y Susana Díaz (secretaria de Organización de la formación en Andalucía), jóvenes y "conspiradores", en palabras de un dirigente federal".
"Da la sensación de que algunos de los que perdieron el congreso de febrero, en vez de sumarse a la mayoría aparecen agazapados detrás de las esquinas atizando a la dirección en cuanto pueden. Mario Jiménez y Susana Díaz no juegan a favor de la estabilidad, juegan a tensionar. No sabemos si Griñán será capaz de controlar esa situación, de ahí la preocupación de Alfredo", apunta el parlamentario consultado por El País y otro añade: "Es cierto que durante meses ha parecido que Griñán había apaciguado a los críticos y colaboraba con Rubalcaba, pero en la realidad no era así. Siempre ha actuado de manera ambigua".
Otros no lo ven de esa manera, pero, de cualquier forma, el diario de Prisa recuerda que "nunca en la reciente etapa democrática se ha producido en el PSOE un movimiento desde una federación para tumbar a la dirección nacional salida de un congreso. Todos los cambios se han producido a través de congresos extraordinarios como consecuencia de resultados traumáticos en elecciones generales". Así las cosas parece claro el diagnóstico que hace suyo el diario: "El problema en el PSOE es que hay mucha ansiedad".
Griñán lanza puyas desde 'La Razón'
Aunque luego Griñán –que es también presidente del PSOE – contesta que "en absoluto" está intentando mover la silla al secretario general. "Tengo mis deseos colmados. Lo que me preocupa no es el partido sino Andalucía". Y añade "¿si Tomás Gómez critica quiere decir que es malo? ¿Si fulanito le apoyó es malo? Eso es lo que tenemos que resolver porque en la diversidad está la fortaleza. El mejor líder es el que se rodea de gente más competente, no de gente más leal", afirma. "¿Rubalcaba se ha rodeado de la gente más competente?", pregunta la periodista. "Es su equipo, el que ha querido hacer. Pero yo sí le digo que en mi equipo tengo de todo". No es la única indirecta que lanza Griñán a Rubalcaba y a su Ejecutiva a lo largo de la entrevista. "No creo que traten de neutralizarme, porque si fuera así, empezaría a explicarme las derrotas del partido".
Para el dirigente socialista y presidente de la Junta de Andalucía "lo que hay es un problema de confianza" y "lo que tiene que hacer este partido es abrirse. Las casas del pueblo empezaron siendo eso, casas del pueblo; luego fueron casas de los militantes y ahora son de los cuadros orgánicos". Para él "abrir el partido significa que todo el que quiera tener protagonismo lo tenga".
Sobre la idea de España, el debate nacional y la tesitura en la que se encuentran ahora Cataluña y el PSC señala que si Chacón "defendiera un modelo desigualitario de España estaría contra Carmen Chacón". Sobre Zapatero y su idea de la 'España plural' opina que "las reformas estatutarias tendrían que haber sido simultáneamente para llegar a un final pactado por todos y haberlo dejado listo para toda la vida".
"Todos coincidimos en el PSOE en que el desenlace lógico es el Estado federal que exige reformar el Senado y poco más". Y concluye tajante: "Los temas que afectan a la soberanía nacional no son fragmentables".