Pinchazo de los indignados en el enésimo intento de 'tomar el Congreso' durante una concentración que ni siquiera había sido comunicada a la Delegación del Gobierno en Madrid. La Plaza de Neptuno no llegó a llenarse en ningún momento, y sólo fue necesario cortar uno de los carriles al tráfico. Unas 2.000 personas, según el departamento que dirige Cristina Cifuentes, acudieron una vez más a mostrar su enfado contra los Presupuestos Generales del Estado (PGE), los políticos, las instituciones y el sistema en general.
Por eso sorprendió, o no, cuando todos los diputados de IU -encabezados por Cayo Lara, Gaspar Llamazares y Alberto Garzón- junto a algunos compañeros de Izquierda Plural salieron del Congreso de los Diputados, mientras se estaba produciendo el debate de los PGE, para unirse a los manifestantes. Y allí fueron recibidos casi como héroes por los mismos que gritaban: "¡El próximo parado, que sea un diputado!" o el ya manido: "¡Que no, que no, que no nos representan!"
"Gracias por venir", le decía uno de ellos a Llamazares; "A ver dónde están los chiquitos del PSOE. Sois los únicos que hacéis oposición", le agradecía otro a Garzón. Muchos querían hablar e incluso fotografiarse con ellos.
Con "independencia de la condición de diputado"
En declaraciones a los medios de comunicación, Alberto Garzón explicó que habían "salido a unirse" a la concentración de 'Rodea el Congreso' y avisó: "Vamos a seguir haciéndolo independientemente de la condición de diputado". Así contaba la experiencia en su Twitter, donde adjuntaba foto del momento. Ya, entrando en faena con un periodista de un medio de comunicación extranjero, afirmó que "desde la Troika" se están imponiendo las políticas a los españoles. "¿No es peligroso decirle a los ciudadanos que Alemania es la mala?", insistía en preguntarle el sorprendido periodista. "No es un problema entre naciones, sino entre ricos y pobres. En Alemania también hay ricos y pobres", contestó Garzón.
Es necesario "un cambio constitucional", proclamó el diputado. "Si eso supone romper con la Troika, habrá que romper con la Troika; si eso supone romper el Tratado de Maastricht, habrá que romper con el Tratado de Maastrischt", afirmó. "¡Pero eso supone destruir Europa!", exclamó el aterrorizado periodista. "Habrá que reconstruir la UE", sentenció Garzón.
Por su parte, Cayo Lara pedía a la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, que no golpee con "el brazo armado" o "la porra del Gobierno" a las personas que sufren por los recortes. "Cifuentes tiene que entender que las medidas de castigo del Gobierno tienen que tener una lógica respuesta en la calle. Lo que no puede pretender ningún Gobierno es que si se practican medidas de dureza contra los ciudadanos, estos no protesten y de manera resignada aguanten el sufrimiento", aseguró.
Mientras, Gaspar Llamazares justificaba su presencia en la concentración diciendo "yo estoy como ciudadano". Luego, lo contaba en Twitter, ante las previsibles críticas por abandonar la Cámara y unirse a una concentración contra la clase política: "Estoy en el Pleno y no me he perdido nada sino que he ganado mucho estando con los ciudadanos en Neptuno".
Asimismo acudió algún que otro periodista, también en condición de 'ciudadano indignado', como Elisa Beni, la mujer del juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez.
"No pueden pasar, es una manifestación alegal"
La concentración transcurrió sin incidentes. Sólo se vivió algún momento de tensión cuando los manifestantes decidieron rodear, de manera literal, la Cámara Baja siguiendo una pancarta donde se podía leer "Dimisión PPSOE". Los indignados ascendieron por la calle Lope de Vega, pero al llegar a la confluencia con León, los agentes les cortaron el paso. La Policía informó que si pasaban de allí, habría detenciones puesto que era una "manifestación alegal"; no había sido comunicada, informaron.
Los manifestantes dieron media vuelta y regresaron a Neptuno, donde poco después los organizadores dieron por concluida la protesta por megafonía. Las próximas citas: pasado mañana y el sábado 27, cuando se celebrará una manifestación por el centro de Madrid que finalizará también en la Plaza de Neptuno.