Esta semana, bautizada como "de lucha" por el Sindicato de Estudiantes, estará marcada por la convocatoria de paros en el ámbito educativo, las manifestaciones en la calle y el hecho insólito de que una asociación de padres se sume a la protesta y llame a no llevar a los niños al colegio el próximo jueves. Tras el primer día de paro, con un seguimiento, según el Ministerio, del 20%, y del 70% según los convocantes, el segundo día vendrá acompañado de una manifestación en Madrid, de Atocha a Sol.
El pasado lunes, el ministro de Educación se refirió al maratón de protestas que se estaba preparando. Visiblemente molesto, José Ignacio Wert no dudó en decir que se trataba de una manifestación política, "inspirada en supuestos de la extrema izquierda radical y antisistema". Sus palabras fueron recibidas con fuertes críticas por parte de los convocantes, en especial de CEAPA.
Un día después, hay más datos sobre las asociaciones que se han movilizado contra Wert. El diario La Razón publicaba este martes que el portavoz, José Luis Pazos, llegó a la CEAPA de la asociación Giner de los Ríos, próxima a UGT. Por su parte, dos dirigentes han dado el salto a la política desde el colectivo de padres: Eulalia Vaquero, expresidenta, se convirtió en portavoz de Educación de IU en la Asamblea; Mercedes Díaz, exvicepresidenta, también se convirtió en diputada regional, pero en el grupo del PSOE.
La calificación de "extremista" tampoco sentó bien al Sindicato de Estudiantes, que no esconde su filiación de izquierdas en su página web, desde el logo hasta los links a publicaciones marxistas. En esRadio, su secretario general, Tohil Delgado, tuvo la ocasión de explicar los motivos de la huelga y negó extremismo alguno en sus postulados, que limitó a la defensa de una educación pública y laica.
El presentador de Es Noticia, Dieter Brandau, le preguntó después por uno de los apartados de su página, el dedicado a la presencia de su sindicato en Euskal Herria, el término que utiliza Batasuna y su entorno para referirse al País Vasco, Navarra y el sur de Francia. Delgado defendió que se trata de un "sentimiento nacional" y añadió lo siguiente: "Quien quiere ocultarlos con tanques y bombas tiene un problema". También afirmó que es una de las "nacionalidades más machacadas por la derecha y la dictadura franquista", sin menciones a otros aspectos de la realidad vasca.