Aún quedan españoles en Cataluña, debió pensar algún separatista que pasara por la plaza de Cataluña de la Ciudad Condal que ha acogido, desde las 11 de la mañana de este lluvioso día de la Hispanidad, a miles de vecinos -6.000 según la Guardia Urbana, 65.000 según la Delegación del Gobierno y cerca de 100.000 según los organizadores- de Barcelona. Intelectuales, catedráticos, escritores y políticos han querido gritar hoy, alto y claro, que "Cataluña somos todos", como reza el lema de la concentración. Según la estimación del colaborador de Libertad Digital, José García Domínguez, que estaba presente en la manifestación, los asistentes superaban las 20.000 personas, como mínimo.
Entre las personalidades del mundo de la política, han acudido a primera línea políticos como Alicia Sánchez-Camacho, Albert Rivera, Alberto Fernández Díaz, Dolores Montserrat, Jordi Cañas, Santiago Abascal, Miguel García y otros cargos políticos y personalidades de diversas instituciones.
Las banderas catalanas se han juntado con las españolas en mástiles y carteles que dibujaban un corazón en cuya primera mitad era rojigualda y la otra señera. Los altavoces instalados en la plaza dejaban escuchar música flamenca y sevillanas en los minutos previos a que comenzasen los discursos, cuando los miles de manifestantes que llenaban la plaza trataban de resguardarse de la lluvia intermitente que ha caído sobre Barcelona desde primera hora de la mañana. Finalmente la fina lluvia se convirtió en diluvio y tuvieron que cancelarse algunos de los actos previstos.
Visiblemente abrumado por el rotundo éxito de convocatoria, el portavoz del movimiento cívico organizador de la concentración de este 12 de octubre en la Plaza de Cataluña, Manel Parra, ha trasladado a los medios de comunicación su profunda satisfacción y alegría por el seguimiento que ha cosechado el acto. "Mi corazón está profundamente contento y agradecido", decía, por haber podido expresar en libertad y acompañado de miles de personas que se siente español y catalán.
Algo tan sencillo como eso se ha convertido en un ejercicio, casi de riesgo, en Cataluña. Al menos eso parece a juzgar por la gran asistencia que –pese a la lluvia que ha caído este viernes sobre Barcelona- ha tenido el evento.
A las 12 del medio día se leía un manifiesto en el que se proclamaba, en el primer párrafo que "queremos alzar nuestra voz para expresar sencillamente que somos y nos sentimos catalanes y españoles. Lo decimos con orgullo, sin miedo y con naturalidad".
"¡Cataluña somos todos!", continúa el manifiesto, "no queremos que por nuestro silencio algunos pretendan erigirse en los representantes de todos los catalanes defendiendo que Cataluña se separe del resto de España (...) excluyendo una amplísima parte de catalanes que no se sienten representados con esta idea".
Además, advierten de que "no queremos renunciar a nuestras raíces, a nuestra historia, a nuestra familia, en definitiva, a nuestra realidad, a nuestra vida. No queremos que se nos imponga una realidad ajena".
En cualquier caso, piden que se "mejore la financiación en Cataluña" cuando "la situación lo permita". También han reclamado su derecho "a saber la verdad (...) a conocer las consecuencias que se derivarían de la separación de Cataluña del resto de España. No aceptamos que se nos quiera imponer una visión idílica de esta separación y más cuando ésta se promueve desde determinados poderes públicos. Esto no es dar miedo, es derecho a saber la verdad".
Sobre los que quieren imponer la independencia recuerdan que "aquellos que ponen en duda nuestra convicción democrática con una clara voluntad de desacreditarnos expresan una actitud totalitaria y fascista. Su mensaje es claro: o piensas lo que yo quiero o no eres democrático. Rechazamos estos planteamientos".
Por último afirman que "si callamos, este silencio se utilizará para legitimar que Cataluña se separe del resto de España. Puede parecer irreal o lejano, pero aquellos que impulsan la separación de Cataluña del resto de España cuentan con nuestro silencio e inactividad para legitimar su proyecto."
Diversos miembros de la plataforma han manifestado su intención de trasladar al Presidente de la Generalidad el sentimiento de preocupación que les provoca la deriva separatista del gobierno y el uso abusivo de los medios públicos para conseguir ese objetivo. También han declarado su intención de continuar en la defensa, sin complejos, de la unidad española y de los intereses de Cataluña.