La Diputación de Guipúzcoa, regida por Bildu, ha decidido dejar fuera de la adjudicación pública y de las ayudas a las empresas que no acrediten un nivel de euskera.
La primera víctima de la Diputación guipuzcoana ha sido una empresa que optaba a la licitación de unas obras en la carretera GI-632, que enlazará las localidades de Beasain y Vergara. Según informa El Mundo, la empresa ha quedado excluida al no contar con dos personas de la asistencia técnica de la dirección de obra que tuvieran la titulación EGA o un equivalente, a exigencias de la Diputación.
De ahora en adelante, para poder acceder a un contrato con la Diputación, las empresas "tendrán que acreditar que están en disposición de relacionarse en euskara con la ciudadanía", al tiempo que deben garantizar que las señales, avisos, rótulos y otras comunicaciones "también sean" en euskera.
Del mismo modo, los solicitantes de subvenciones tendrán que garantizar al menos al utilización de la lengua vasca en actos públicos para poder obtener recursos de las arcas forales.
"La legalidad nos ampara"
La portavoz foral, Larraitz Ugarte, defendió el lunes que "la legalidad nos ampara" porque esta política lingüística "ahonda en la consecución del cumplimiento de los derechos lingüísticos de todas las personas", y afirmó no tener "miedo" ante posibles reacciones del Gobierno español u otras instituciones.
Esta medida entronca con los planteamientos del partido proetarra para las elecciones vascas. La candidata a la presidencia del País Vasco, Laura Mintegi, ya ha dicho que impondrá el euskera en la Administración en caso de llegar a Ajuria Enea.