Artur Mas nunca ha sido independentista. Así lo asegura gente cercana a él, aunque ahora está experimentando una transformación que le lleve a ser el "libertador" de Cataluña.
Sin embargo, su historia lo delata. Según cuentan en Crónica de El Mundo, el ahora presidente catalán no ha sido siempre Artur Mas. Al contrario, siempre ha sido Arturo. Así se hacía llamar y firmaba los documentos. No fue hasta el año 2000, ya como consejero de la Generalidad, cuando se quiso catalanizar aún más.
Y en este proceso de catalanización también entró su esposa, Helena Rakosnik, de origen checo. Pues bien durante un tiempo se quitó la H de su nombre para no parecer extranjera.
Mas tampoco fue un joven revolucionario ni que luchase por Cataluña. Ni estaba detrás de las pancartas ni iba a las manifestaciones. De hecho, llegó a la administración catalana sin ningún carnet político.
Pero su llegada a la política y al nacionalismo vino de mano de los Pujol, que pronto se fijaron en él. Su familia veraneaba con la de Francesc Sanuy, consejero con Pujol. Y fue en una de estas ocasiones cuando Luis Prenafeta y Marta Ferrusola, la esposa de Jordi Pujol, se fijaron en él.
Desde ese momento, Jordi Pujol le observaba desde la distancia y se interesaba por todo lo que concernía a él, edad incluida. Cuando tenía 29 años el expresidente catalán siempre decía lo mismo: "¿No es demasiado joven?". A partir de ahí su carrera y su evolución ya es por todos conocida. El ahora Artur, y otrora Arturo, pretende llevar a la región hacía la "autodeterminación".