Los militares españoles desplegados en Afganistán han pasado a la ofensiva. Durante cuatro días seguidos, entre el pasado domingo 9 de septiembre y el pasado miércoles 12 de septiembre, protagonizaron continuos enfrentamientos con los talibanes en el área de Galezardhak, unos diez kilómetros al este de Moqur, en la provincia de Bagdhis.
El objetivo de esta ofensiva era doble. Por un lado, eliminar facciones de la insurgencia que se encontraban en la zona, contribuyendo así a crear un entorno de seguridad en esa área de la provincia, lo que permitirá una mejor gobernabilidad y desarrollo socioeconómico. Por el otro, probar en combate a las unidades del Ejército Nacional Afgano (ANA) que están siendo adiestrados por instructores militares españoles.
La misión se denominó operación Ontur y contó en todo momento con el apoyo y refuerzo de aviación y helicópteros de ataque de la alianza internacional y con aviones no tripulados que hicieron labores de inteligencia, según informaron fuentes militares.
El equipo afgano-español de ataque estuvo compuesto por dos grupos tácticos españoles, por la Task ForceBadghis española y un kandak –denominación de la unidad tipo batallón afgana– del Ejército afgano, así como los apoyos procedentes del Mando Regional Oeste de la ISAF.
Según informó el Estado Mayor de la Defensa, "la operación se ha desarrollado con precisión y pone de manifiesto el grado de preparación alcanzado por las unidades del ANA participantes, instruidas todas ellas por mentores españoles. Asimismo, añadieron que "supone un hito en las acciones llevadas a cabo por las fuerzas españolas desplegadas en Afganistán por la complejidad en su planeamiento y ejecución".
Durante la misión participaron por primera vez los grupos de apoyo al combate del Ejército afgano, compuesto por ingenieros, expertos en limpieza de rutas y desactivación de explosivos y un grupo artillero.