L D (EFE) "Estos días, mis queridos hermanos, está bastante agitado el ambiente en nuestra ciudad porque viene de visita esa mujer que con una desfachatez increíble provoca un entusiasmo loco, que es un entusiasmo de lujuria", manifestó el cardenal, según informa Radio Cooperativa.
Medina, de 81 años y hace años un estrecho colaborador del Papa Juan Pablo II, hizo estas declaraciones al tomar la palabra durante una misa que se celebró en la Catedral Castrense de Santiago en recuerdo del ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990) el día en que se cumplen dos años de su fallecimiento.
El arzobispo emérito de la ciudad de Valparaíso, que fue prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, añadió que "los pensamientos de lujuria, los pensamientos de impureza, los actos de impureza, son una ofensa a Dios y una mancha, una suciedad en nuestro corazón".
Medina, de 81 años y hace años un estrecho colaborador del Papa Juan Pablo II, hizo estas declaraciones al tomar la palabra durante una misa que se celebró en la Catedral Castrense de Santiago en recuerdo del ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990) el día en que se cumplen dos años de su fallecimiento.
El arzobispo emérito de la ciudad de Valparaíso, que fue prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, añadió que "los pensamientos de lujuria, los pensamientos de impureza, los actos de impureza, son una ofensa a Dios y una mancha, una suciedad en nuestro corazón".