Los pasajeros de la sala VIP del aeropuerto de Heathrow, en Londres, se quedaron alucinados al ver cómo Susan Boyle cogía una escoba y les intentaba limpiar los zapatos a la vez que cantaba usando el objeto como micrófono improvisado.
Ante tal situación los viajeros avisaron a los oficiales de la aerolínea, quienes intentaron calmar a la cantante. Claro que no fue algo fácil, pues en ese momento Susan salió corriendo de la sala gritando: "¡Me he escapado, me he escapado!".
Según fuentes del diario The Sun: "Era el caos. Susan estaba exhausta y agitada y empezó a montar una escena". Aparte de ponerse a cantar, Susan"se puso a bailar y a gritar obscenidades a viva voz".
Finalmente, y entre las quejas de los demás pasajeros, un empleado del aeropuerto consiguió tranquilizarla, y estuvo sentado con ella hasta que llegó el momento de subir al avión para evitar que volviera a alterarse.
Por su parte, un responsable de la compañía 'British Airways' ha declarado que "se pidió a un cliente que controlara su comportamiento pueto que estaba creando problemas".