L D (EFE) Unas trescientas personas tomaron parte en la misa oficiada en la iglesia baptista de St.John, en la localidad de Buckhurst (Essex), después de que los restos de Goody fuesen llevados desde el barrio de Bermondsey, al sureste de Londres, donde la joven se crió.
Goody, famosa por su participación en el programa de televisión Gran Hermano, falleció el pasado 22 de marzo a los 27 años a causa de un cáncer de cuello de útero que se extendió a órganos vitales, proceso que decidió vender a los medios de comunicación para recaudar dinero para el futuro de sus hijos.
Miles de personas se congregaron y arrojaron flores al Rolls-Royce con los restos de Goody -depositados en un ataúd blanco adornado con flores también blancas- a lo largo del recorrido que tomó el cortejo fúnebre desde Bermondsey hasta Essex, donde vivía.
Los hijos de Goody, Bobby y Freddy, de cinco y cuatro años, respectivamente, por expresa decisión de ella antes de morir, están de vacaciones en Australia con su padre, Jeff Brazier. Las coronas enviadas por familiares y amigos al funeral llevaban mensajes como "Leyenda", "Esposa", "Hija" o "Jade de Bermondsey".
El servicio fue oficiado por la reverenda Corinne Brixton, que bautizó a Goody y a sus dos hijos el mes pasado, y por el reverendo Ian Farley, y después de la ceremonia los restos fueron llevados para un entierro privado en un lugar cercano no revelado.
Después de que los médicos le diagnosticasen el mal el pasado mes de agosto, Goody decidió convertir su lucha contra el cáncer en centro de atención de los medios para alertar a las mujeres sobre el mal, especialmente entre las más jóvenes. En ese sentido, el publicista Max Clifford dijo en el funeral que Goody fue "una chica normal y extraordinaria al mismo tiempo".
"Ella consiguió en siete meses lo que médicos, políticos y expertos médicos soñaban. Su legado es maravilloso porque, por Goody, se han podido salvar vidas de muchas mujeres", agregó. El funeral fue seguido por numerosas personas fuera de la iglesia a través de unas pantallas gigantes.
Cuando los médicos le dijeron que su estado era terminal, la joven decidió casarse con su novio, Jack Tweed, de 21 años, y vender los detalles de la boda a la revista del corazón "OK" y a la emisora de televisión Living TV, en un contrato de 1,1 millones de euros, a fin de que estos fondos fueran para sus dos hijos.
La joven estipuló antes de morir que el dinero sería destinado a que sus hijos reciban la educación que ella no pudo tener. En la misa, Tweed tuvo dificultades para controlar la emoción mientras leía un poema en honor de Goody.
La británica se hizo famosa en el Gran Hermano y muchas la recuerdan por los insultos racistas que profirió en uno de los programas contra una concursante india. Su agonía alimentó durante las últimas semanas antes de su muerte las portadas de los tabloides e incluso la prensa seria del Reino Unido.
Reino Unido se despide de Jade Goody en un funeral multitudinario
Familiares, amigos y admiradores de Jade Goody, la joven fallecida hace dos semanas y cuya lucha contra el cáncer decidió convertir en un espectáculo mediático, le dieron el último adiós en un funeral en Essex, sureste de Inglaterra, que pudo ser seguido por pantallas gigantes por una multitud.
En Chic
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura