Loquillo entrevista, en la revista Rolling Stone, al polémico Ramoncín. Una entrevista, que según dice, duró más de seis horas y que califica de "repor histórico". Desde la amistad que les une, ambos hablan de lo divino y de lo humano: música, política, y por supuesto... la SGAE.
El artista catalán pone rápidamente contra las cuerdas a su compañero de charla, y le pregunta que si cree que los artistas deben "ser valientes con su ideología" apoyando a una causa política u otra, "y decir que se equivoca cuando creen que se equivoca", en referencia a su militancia con el felipismo en sus años de gloria. " Uno decide si quiere estar comprometido o no. Cuando decido apoyar a Felipe González, la primera vez que palma, la que gana, la que palma y la que palma. Me pongo ahí de lleno", reconoce Ramoncín, que admite la necesidad de señalar la equivocación del político si así se produce. No obstante, se abstiene de señalar ni uno solo de los que cometió el entonces presidente del Gobierno.
Y, cómo no, acabó saliendo el tema de la SGAE. Loquillo pregunta cómo después de 12 años sin grabar un disco se mete a eso, con "todas las hostias que te han dado, que son muchas". Ramoncín saca pecho entonces y niega que aceptar el cargazo en la entidad de Bautista fuera "una postura arriesgada. Era maravilloso. Me voy a la Asamblea a la que se echa de la SGAE a una panda que eran auténticos delincuentes, que hacen una cosa que se llama la rueda. Tú eres mi amigo, escribes una canción, y como eres mi amigo yo la meto en todos los repartos", asegura. El cantante saca pecho por su magnánima labor en la entidad, poniéndose la medalla de haber librado a la SGAE de esas malas artes.
Continúa explicándole a Loquillo que "años más tarde me llaman: 'Oye tío, joder Ramón, tú cómo defiendes las cosas, te peleas, ¿no te apetece esto?'" asegura. "Y en ese momento, loco, era un orgullo", añadió. Pero la época dorada se acabó: "Hasta hace diez años, yo iba a una cosa a laSGAE y les decía a mis hijos pequeños: "joer, tenéis que estar orgullosos, junto a la placa esta de estos tíos que montaron esto para defender a los autores, estará el nombre de vuestro padre. Yo creo en la propiedad intelectual, como en la privada o en la industrial". Un noble ejercicio de humildad.
Además, el cantante no duda en arremeter contra lo que se ha convertido la SGAE tras su salida de la entidad: "Desde hace ocho o nueve años estando allí advertí de lo que iba a pasar. 'Sa descojonao, sa descontrolao', no han sabido explicar nada", razona. Ramoncín da un último consejo a los jóvenes músicos: "A las asambleas, como hicimos nosotros hace 30 años".