Agustí Villaronga, director de la goyarizada película Pa negre, ha reconocido en El Mundo ser firme partidario de las subvenciones. Es más, no concibe realizar su trabajo sin ellas.
Preguntado por qué las defiende, ha asegurado que "porque si no existieran, no podrían hacerse las cosas. Ni en el cine, ni tampoco en otras muchas actividades económicas. Parece que la gente del cine somos una panda de aprovechados que vivimos del cuento y no es así. Además, no hay que olvidar que el cine es cultura y que, como tal, es necesario y debe hacerse. Los modelos están en Europa, en sitios culturalmente más desarrollados, como Francia o Alemania. (...) La aportación de las televisiones es muy necesaria".
Sin embargo, no se declara abierto defensor de la ley Sinde. "No podemos escondernos, porque hay una parte que no se puede regular externamente. Porque el agua va donde quiere ir, y hay que saber por dónde quiere ir para meter mano ahí".