"Ojalá os hundáis". Esta era la frase lapidaria que Juanjo Puigcorbé le dedicaba a la reportera de Sé lo que Hicisteis el pasado lunes. Fueron palabras duras, y no era la primera vez que el actor arremetía con dureza contra la cadena, y también contra otros medios de izquierdas como El País.
Para comprender esta última embestida, primero hay que remontarse a la lluvia de críticas que recibió Puigcorbé por su interpretación de el Rey Don Juan Carlos en la miniserie Felipe y Letizia de Telecinco. Los diarios se llenaron de crónicas más o menos jocosas sobre la filmación, sobre su imitación del monarca, y los programas de televisión aprovecharon el tirón para parodiar a Puigcorbé. Uno de esos espacios fue Se lo que Hicisteis, que usó el filón en varias ocasiones.
Al veterano actor no le gustaron las críticas, en particular de la cadena de Roures y del periódico de Prisa El País: "Hubo una campaña. Una serie de medios de comunicación con unos intereses determinados que la tomaron conmigo. Recibí muchísimas felicitaciones de gente de la calle y de la profesión y un acoso focalizado en dos epicentros que son El País y La Sexta, que es lo que me ha dolido. Veo la maldad y la virulencia con que alguna gente ataca o hace daño. También entiendo el interés que hay detrás de todo esto" resumió esta misma semana en una entrevista a El Mundo.
El País y Puigcorbé: como perros y gatos
Pero el enfrentamiento con ambos medios tiene raíces más arraigadas. En 2001 Puigcorbé ya protagonizó otro encontronazo con El País, por una entrevista publicada en su suplemento de El País Semanal. En ella, se le atribuían unas declaraciones en las que el actor habría insinuado que él era demasiado actor para la mediocridad actual. Al verlo publicado, Puigcorbé estalló y escribió una furiosa réplica al diario, y a su entrevistador, Ramón De España. Aunque le publicaron la réplica, y el defensor del lector le echó un capote, la relación del actor con El País quedó resentida para los restos.
Desde entonces, el actor ha manifestado en cada oportunidad que se le brindaba, que existía un complot contra él, por su forma de pensar y por su negativa a "casarse" con nadie. En 2008 año acudió al programa de Las Mil y una noches, y aseguró a su presentador que había pasado de "tener unas 30 propuestas al año a cero, directamente a cero".
Su queja fue más allá: "Nos sorprende, y evidentemente esto no es ni matemática, ni una racha, ni una cosa del mercado, sino confabulada y estipulada por una serie de gente de la profesión que nos ha barrido y a lo mejor después nos recoge". Puigcorbé no llegó a dar nombres y apellidos, pero sí dijo conocer perfectamente a quiénes estaban orquestando la campaña.
También en otra ocasión, durante el Festival de San Sebastián Puigcorbé señaló directamente: "La culpa de la situación del cine, del teatro y del mundo de la cultura en general no es de los actores jóvenes, sino de los amigos del poder que están ocupando con su influencia todos los puestos de audiovisual, medios técnicos, realización, producción, etcétera. Esto lo sabe todo el mundo de nuestra profesión. Nadie lo dice, pero alguien tiene que decirlo". Y ese alguien fue él.
Y es que Puigcorbé lleva años denunciando que por su condición de "independiente" queda excluido de las "manos ocultas" que controlan el mundo del cine. Así, a finales de 2010 le reconocía a El Ideal de Granada: "Ya hace tiempo que encuentro una cierta 'querencia' por parte de ciertos medios. ¿Por qué? Por tener un criterio propio y manifestarlo. No estoy adscrito a ningún partido político. He participado muchas veces en actividades sociales, en huelgas... Y siempre he cumplido con mi pensamiento que, entre comillas, podríamos calificar un poco de izquierdas. Pero no me gusta que me digan lo que tengo que pensar", aseguró.
El actor habló claro, nuevamente: "Tengo la confirmación práctica de que sí he estado vetado en ciertas cadenas de televisión por los mismos directivos que van cambiando de cadena, por el mismo grupo". A la pericia del lector deja el ponerle nombre a ese grupo.
Por si faltaban pistas, contextualizó el porqué de su linchamiento: "Aquí estamos en periodo electoral desde hace tiempo y con unas previsiones muy desfavorables hacia el partido del Gobierno. Los ánimos se crispan, los medios de comunicación que tienen intereses en fusiones etc. hacen un 'totum revolutum' en el que las personas inteligentes y con criterio son las que reciben primero. Este es un país cainita y a los independientes no nos defiende nadie".
Todo este contexto explica la airada reacción de Puigcorbé del pasado lunes. Su enfado tiene raíces mucho más profundas, y su desencanto con la política y la profesión no nace exclusivamente de unas críticas mal tomadas por su papel de Rey.