Por primera vez en 50 años, el cantautor estadounidense Bob Dylan actuaba en China. Las 9.000 personas que acudieron al Worker’s Gymnasium de Beijing, sin embargo, se quedaron sin escuchar los grandes himnos políticos como "Blowin’ in the wind" y "The times they are a-changing".
Dylan ha acatado las normas que la dictadura china le ha impuesto. El artista de Minnesota no ofreció ninguna rueda de prensa ni concedió entrevista alguna. Además, en el concierto no estaban permitidas las tomas de vídeo, y las acreditaciones de medios de comunicación estaban muy restringidas.
Fue el concierto más "burocrático" de Bob Dylan: 2.000 localidades fueron a parar a funcionarios del Ministerio de Cultura, una institución que sólo le concedió el permiso para tocar hace un mes. Los funcionarios chinos revisaron el repertorio que Dylan iba a tocar, por si acaso se colaba alguna canción que les molestara.
Así, la única canción "política" que Dylan tocó fue "A hard rain’s a-gonna fall", de su segundo disco de estudio, The Freewheelin’ Bob Dylan.
Un concierto hermético
El público, en su mayoría gente joven, se mostró algo frío durante el show, según cuenta El Mundo. También hubo una gran asistencia de la comunidad china expatriada. Dylan no habló entre canción y canción, y la única vez que se dirigió al público fue antes de los bises, cuando presentó a su banda –algo nada nuevo en los conciertos de este-. Por lo demás, Bob Dylan ofreció algunos de sus grandes éxitos como "Tangled up in blue", "Ballad of a thin man" o "Like a rolling stone", una de las canciones más aclamadas por los asistentes.