"Defender la alegría", ese era el lema de Ana Belén, entre otros, para apoyar a Zapatero en las últimas elecciones frente a esos cenizos que ya alertaban entonces, en 2008, de la que se nos venía encima.
Sólo hace dos años de la cosa y la misma que hacía gorgoritos junto a otros artistas zejateros, tiene el rostro ahora de ponerse seria y criticar que los españoles hasta hace poco tiempo vivíamos "como nuevos ricos". Es más, con ese tonillo de autoridad que muestra gente sin que sepa muy bien por qué, añade que es por eso que "cuesta más asumir una serie de cosas", como las que resultan de la crisis económica. O sea, los recortes del amigo Zapatero, que la gente, esos “nuevos ricos” sin clase, no entienden.
Este fino análisis de la situación económica, nos lo brinda la artista en una conversación con la agencia Efe, a cuenta de la presentación de una película en París. "Yo creo que en general en todo el mundo, pero concretamente en nuestro país, obviamente sí. Nosotros hemos creído que éramos los reyes del pollo frito y luego pues, claro, la caída cuesta más", dijo la artista.Parece que eso de “defender la alegría” ya no es lo que toca, a tenor de sus palabras: "Es verdad, es que nos hemos sentido un poco eso, nuevos ricos; vivir por encima de nuestras posibilidades, pensar que todo era una fiesta , que nada tiene final, y todo tiene un final". COmo si todos fuéramos amnésicos y sin ningún rubor, dice ahora, muy severa ella: "Hay que ser siempre muy consciente, no hay que ser pesimista continuamente pero hay que ser simplemente consciente en cada momento de qué estás viviendo". Parece que toca “defender la tristeza”. Qué valor.