(Libertad Digital) El director de cine Pedro Almodóvar ha respondido en su blog a los comentarios de Carlos Boyero en El País, muy críticos con el paso de Los abrazos rotos por Cannes. También arremete contra Borja Hermoso que es jefe de cultura de El País –a quien define como "ilustre colega-escudero" de Boyero– por "distorsionar" una declaraciones suyas en las que decía que en Francia le tratan mejor que en España.
Dice Almodóvar que cuando dijo eso se refería a "justamente a la actitud de Boyero, y al estilo macarra del que hace gala el Jefe de Cultura del principal periódico de nuestro país". Después de calificar como "periodismo basura" las crónicas de Boyero, el director de cine responde a la crónica de Boyero titulada No soy masoquista, no quiero ver otra vez Los abrazos rotos.
"A mí me importa un comino si Boyero es o no masoquista, si tiene un testículo o cuatro, o la marca de crema hidratante que utiliza. Ya que le pagan para que informe de las películas que compiten en el festival (aunque haya visto alguna antes, no puede conocer la reacción de la prensa si no asiste a la proyección), el hecho de no ser masoquista no debería eximirle de esta obligación", comienza Almodóvar, que se sigue despachando a gusto contra Boyero y El País:
Volviendo a “la ausencia de masoquismo como una de las principales virtudes de un periodista”, supongo que lo que Boyero quería decir es que él ya había criticado la película en su estreno en España, y que la reacción de la prensa internacional realmente se la suda. El problema es que Boyero no escribió una crítica de “Los abrazos rotos”. Al texto que esbozó en su periódico se le puede calificar de cualquier cosa excepto de crítica cinematográfica. Un hombre que emplea el 75 por ciento del espacio para despotricar sobre mi persona (lo que ni siquiera es una novedad, porque lleva casi treinta años haciéndolo), y alrededor del 25 por ciento para despachar la película diciendo cosas como que la interpretación de los actores es “inane y lamentable” (dos de sus adjetivos favoritos) sin mostrar un sólo ejemplo que nos ayude a entenderle... Un texto en el que casi no habla de la película y por supuesto no aporta la más mínima razón en la que basar el tedio infinito que le provoca… Un texto así no es una crítica. Es una no-crítica. Y justamente cuando alguien expresa una declaración de tamaña hostilidad hacia mí lo último que su periódico debe hacer es encargarle la crítica o lo que sea de mi última película, si pretende respetar el principio de imparcialidad. Él tiene todo el derecho a escribir su opinión, pero debería publicarse en otro apartado del periódico. Es una impostura llamarle y pagarle como si fuera una crítica, porque no lo es.
Borja Hermoso y El País tampoco se libran de las iras del director:
Con esto ni siquiera le estoy acusando, él es como es, para él la palabra crítico hay que entenderla como un seudónimo, no como una profesión. El responsable de la publicación es su Jefe de Cultura que, casualmente no es otro sino su colega Borja Hermoso. Es curioso que Borja Hermoso sólo haya permanecido en Cannes los cuatro días, más o menos, que han coincidido con mi estancia allí. En cualquier caso, su función (le he leído lo imprescindible para poder escribir esto con algo de fundamento) parece haber sido la de apoyar a su amigo Carlos Boyero en esta operación de acoso y derribo parásito en la que llevan empeñados tantos años (por razón de edad más Boyero que Hermoso). Pero dada la connivencia de ambos sujetos la dirección de El País carga con toda la responsabilidad.
Almodóvar hace después un exhaustivo repaso a las críticas que ha recibido de Boyero en los últimos años.