La mayoría de los diseñadores españoles a los que hemos entrevistado exclusivamente para este estudio, quieren afrontar la actual situación de ese rescate a punto de formalizarse con una filosofía totalmente diferente y contraria a la realidad vivida por España. Si bien la diseñadora María Lafuente toma la realidad actual de los incendios de toda el país y en concreto los de León para diseñar una colección –que ha sido terminada estos días- inspirada en la vegetación y la naturaleza– hay diseñadores visionarios como Roberto Verino que ya han tratado la crisis en su debido momento, u otros, que, para explicar su inspiración, aluden a una triple dialéctica para dividir en abstracto una colección concreta encabezada por Modesto Lomba.
La inspiración, en líneas generales
Novelan y relatan historias, vivencias, sentimientos; esa es la labor artística del creador en la industria textil.
"El diseñador es sensible a cualquier movimiento o situación social, sin embargo, nosotros hemos optado por la positividad y la alegría", es la filosofía que defienden Victorio&Lucchino para esta colección, al igual que hemos visto en todas las anteriores pasarelas, incluso cuando la crisis sólo estaba comenzando. Y en esta línea van casi todos nuestros encuestados para Libertad Digital.
¿De dónde saca la inspiración el artista? Los pintores, escultores, escritores, según qué época, tendían a retratar la realidad del momento; otros, en cambio, viajaban al pasado o de forma imaginaria al futuro; y en el S.XX se empezó a plasmar en las creaciones elementos oníricos, surrealistas. Pues bien, en la moda ocurre algo muy similar.
Según el sociólogo francés Gillaume Erner, "se supone que las marcas gobiernan las tendencias, cuando, en realidad, las padecen". Y, al final, lo que ocurre es una coexistencia de modas, de estilos que vienen y van. "La moda de uno, es la de otro", afirma el francés, dando a entender que, al final, los diseñadores, quizás, a veces sin ser conscientes, son unas víctimas más de la moda.
Ralph Lauren, en 2010, sin embargo, sí mostró una colección inspirada ligeramente en la crisis vivida entonces en EE.UU., al presentar un estilo totalmente funcional, en el que mostraba a una mujer masculina, con pantalón, camisa, chalecos y corbata, recordando, con sutileza y desde la subjetividad del espectador, a los banqueros norteamericanos de los años 20 y 30.
Tom Ford, en una entrevista concedida a la televisión norteamericana en 2011, atestiguaba que, a pesar de que hace siempre lo que desea con sus colecciones, la crisis no le es indiferente, por lo que el color negro empezó a abundar notablemente en sus colecciones. Ante lo cual Agatha Ruiz de la Prada nos contestó: "Al contrario que Tom Ford, pienso que hay que afrontar la crisis con mucho humor y alegría; eso conlleva el uso del color". Era de esperar esta contestación pues el mundo geométrico y multicolor de la eterna infancia es inseparable de Agatha. ¡Los "niños" no entienden de crisis! Cabe destacar que la after party –como es habitual premiar a las celebridades y sus mejores clientes- de Agatha se dará en el lujoso showroom de Promodelia, quien también organizará las fiestas posteriores a los desfiles de otros creadores.
Roberto Verino, visionario y con acento español
"Me ocupé de la crisis cuando ésta empezaba a afectarnos, ahora mi lectura es exactamente la contraria: hay que salir de ella y lo mejor es, si no olvidarla, sí sobreponernos a su agenda", afirma Roberto Verino. Asegura firmemente que su colección es para vencer la crisis. "Mi colección apela a la confianza en nosotros mismos" –continúa diciendo- "si la moda insistiese sobre nuestras desgracias, renunciaríamos a uno de sus atributos esenciales: la de hacernos soñar con un mundo mejor".
Ahora que la preocupación del orgullo español está dominado por la austera Alemania, es el momento ideal para reivindicar los valores nacionales. Por eso, la colección que presentará el gallego el próximo viernes 31 en la MB-FWM, llamada El Jardín de la Pasión, será una colección que, en palabras del creador, tendrá acento español. "El arte de raíces españolas mezclado con la modernidad de la calle", así es cómo Roberto Verino quiere vestir a España y al mundo entero en estos tiempos. Sin embargo, aunque estemos acostumbrados al estilo sevillano de Victorio&Lucchino, en esta edición de la antigua Cibeles, se inspiran en Oriente, denominando a su colección Qipao.
Miguel Palacio, presentando para la firma Hoss Intropia, no considera la vida económica como un factor a tener en cuenta. "Es más una cuestión de actitud". Según Miguel, en situaciones difíciles es cuando hay que demostrar lo que uno vale.
De esta manera, la vestimenta podría ser una forma de evasión, de distracción, una manera de maquillar los malos momentos, pero yendo más allá: se trataría casi de una terapia psicológica de generar energía positiva con la que afrontar las dificultades.
Seguridad, vitalidad y belleza, otra fuente
Juan Duyos, para la firma Duyos, afirma: "Las mujeres en épocas difíciles como ésta sienten la necesidad de reforzar su femineidad, belleza y alegría". Y el joven Ion Fiz con mucho romanticismo vitalista –ése que después pasa a proyectar en sus diseños- afirma: "los creadores no entendemos de crisis porque la crisis se supera con grandes colecciones". Y, más de lo mismo, desde el punto de vista de Sita Murt: "La mujer Sita Murt sigue siendo igual que siempre: una mujer activa, segura de sí misma, cosmopolita, inquieta, que atiende mil cosas a la vez".
Aunque son frases que de poco pueden valer para las familias que no consiguen llegar a fin de mes, por ejemplo. Claro está que la moda y el lujo no están hechos para pragmatismos funcionales sino para crear sueños y después satisfacerlos. La actual sociedad está formada por múltiples sectores sociales que basan sus cimientos sobre un fundamento de presunta igualdad. De hecho, tal como citaba el sociólogo Alexis de Tocqueville en La Democracia de América, "no es el lujo el que se ha democratizado: es la democracia la que ofrece a todos la posibilidad formal de adquirir todos los bienes".
¿Lujo y crisis?
Entretanto, Maya Hansen, cuyos diseños a menudo se caracterizan por ser extravagantes y algo estrambóticos, afirma que la crisis para nada le influye. A la que han llamado la ‘reina de los corsés’, la colección que presentará se llamará Skully Tulum, inspirada en México -costumbres como el día de los Muertos o la antigua tradición Maya-. "No hemos reparado en gastos, pero cuando tratas de hacer cosas nuevas, se necesita mucho tiempo y una inversión importante, que para nosotros equivale al I+D", cuenta la madrileña.
María Barros nos cuenta que en su caso la crisis económica también se refleja exclusivamente en el plan estratégico, estudiando mejor el mercado al que dirigirse, pero sin que esto afecte a la calidad de los tejidos y la confección de los mismos. También de origen gallego, María, con 32 años, opta por el optimismo: "en mis momentos creativos dejo a un lado la crisis para adentrarme en un mundo que voy creando prenda por prenda, entre costuras y alfileres". Además, el arte también influye en su propio arte, por eso se inspira en las esculturas de Brancusi: "Me dejo llevar por lo que me transmiten sus siluetas, respetando la pureza de sus líneas".
Naturaleza y optimismo, otra fuente
La leonesa María Lafuente, que en pocos años ha sabido posicionarse en este mundo que tantísimas barreras impone, al igual que todos sus compañeros, considera que su colección debe transmitir aquellos mensajes que ayuden a evolucionar a las personas. Sin embargo, sí mantiene una relación intrínseca con la realidad en tanto en cuanto comunica, de alguna manera, la idea de la lucha contra los incendios forestales de León y, por supuesto, los de toda España: "Tenemos que tomar conciencia de nuestro medio ambiente, cuidarlo y protegerlo a través de la difusión de buenas acciones y enseñanzas". Asegura la leonesa que su propuesta será más arquitectónica que de costumbre, con guiños hacia lo onírico. Como es habitual –y como quizás otra metáfora hacia la economía española- utilizará materiales reciclados y biodegradables. Habrá vegetación y flores.
Pero si queremos ver más flores en estado arquitectónico puro, tenemos a Modesto Lomba, para Devota&Lomba, quien, con mucho análisis sociológico, encuentra una triple dialéctica en su creación: tesis, antítesis y síntesis. "La tesis, es lo que queremos ver, que serán flores para el optimismo y la hiperfemineidad; la antístesis es lo que no queremos ver que es el orden establecido, como el uniforme, lo masculino y lo gris; y la síntesis sería la simbiosis, una forma ecléctica de vestir, en donde la pérdida de valores construye un nuevo orden", afirma el que sería el segundo arquitecto de la moda española –después de Balenciaga-.
Está claro que la sociedad necesita evadirse. Aunque evasión y distracción no son sinónimos de hallar una salida, pero sí hacer el día a día más agradable. Si a la gravedad del asunto le añadiéramos el hecho de colorear de negro nuestra moda y nos vistiéramos de luto en solidaridad con la penuria por la que pasan tantísimos españoles, a nivel emocional la crisis estaría siendo mayor. De ahí que ninguno de todos nuestros entrevistados va a plasmar la crisis en sus diseños; si acaso, algunos, la proyectarán en cuanto a recortes empresariales.