Parece que nuestras hermanísimas más internacionales ya no son lo que eran. Hace unos años millones de empresas se sorteaban a golpe de talonario a las Cruz, pero parece que en tiempos de crisis las morenas no son nada rentables.
Mango fue una de las primeras en apostar por Pe y Mónica ganándose una multitud de seguidoras, pero con el tiempo las Cruz pasaron de moda. Entonces llegó el momento de cruzar fronteras y poner cara en el mercado europeo.
La firma Charles Vögele Switzerland eligió a la esposa de Javier Bardem y a su cuñada para lucir sus prendas. Pero parece que en Suiza las Cruz no son muy queridas, de hecho las mujeres del país han confesado no sentirse identificadas con ellas y por ello han dejado de comprar en la tienda. Este ejemplo ha hecho perder a la empresa más de cincuenta millones de euros en seis meses, tal y como ha publicado la revista de negocios Bilanz, según Europa Press.
Tal es el fracaso de la firma que las hermanas no podrán celebrar su primer año junto a la casa suiza, ni tampoco André Maeder, director ejecutivo de la firma y responsable de la contratación de las dos actrices, que ha sido despedido.