La crisis que estuvo negando durante meses sigue atenazando a José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente casi no se ha inmutado este domingo al defender el tijeretazo que anunció el pasado miércoles, sólo horas después de asegurar que habría reducción del déficit pero que no sería "drástica".
El presidente, cuyo discurso se notaba estudiado y elaborado, ha comenzado diciendo que el Gobierno "tenía un plan para reducir el déficit hasta el 3% en 2013", pero que "resulta que en la primera semana de mayo, sin que nadie lo pudiera advertir, ni conocer, ni anticipar, se produjo una crisis fuerte en los mercados y se extendió la sensación de riesgo en los países, o parte de los países de la zona Euro. El riesgo de que no podíamos hacer frente a las responsabilidades de pago de nuestra deuda".
Una sensación y una crisis que "va a la velocidad que va la Red, porque esta es otra de las cosas que ha cambiado", y en "sólo una semana" los países de la eurozona "tuvimos que improvisar 750.000 millones de euros para garantizar la deuda de los países y nos comprometimos todos juntos para defender el euro". Es decir, que para el presidente, pese a que lo que se transmitió "a la velocidad que va la red" entre los mercados era una simple "sensación" de que "algunos países europeos" no podrían asumir sus compromisos de deuda, aún así decidieron hacer una provisión de 750.000 millones.
Para Zapatero esto no es "ni cambio ni bandazo", sino una respuesta "responsable" a las circunstancias "gobernando con responsabilidad y pensando en el futuro, no con la vista puesta en ninguna cita electoral". Por lo tanto, insistía Zapatero, "ni cambio ni bandazo" sino "determinación" y responsabilidad, dijo.
El presidente se ha subido al estrado en Elche con el objetivo de "explicar" el tijeretazo que hizo público el día 12 de mayo en el Congreso. Un paquete de medidas que afecta, sobre todo a funcionarios y pensionistas, dos colectivos que han sido tradicionalmente empleados por el PSOE como baza electoral durante las campañas.
Su explicación de la crisis
Tras este apunte, siguió hablando de crisis. En su opinión, ésta no comenzó en 2007, como reflejan analistas, expertos e indicadores, sino en octubre de 2008, que fue cuando decidió reconocerla. El propio Fernández Toxo, secretario General de CCOO, admitía este domingo en ABC que la crisis económica que sufre España tiene elementos propios de nuestra economía y problemas íntimamente Españoles. Zapatero sigue culpando a todos menos a su Ejecutivo de la fuerte crisis económica que enfrenta nuestro país.
Según ha dicho, "la crisis ha tenido tres manifestaciones, tres momentos". Según esta argumentación, la primera fue "la crisis financiera, en otoño de 2008 quebraron bancos grandes, gigantes financieros en EEUU y en la Unión Europea, no en España". En aquel momento, fueron los generosos Gobiernos los que "tuvimos que respaldar a los bancos porque se hundían". Curiosamente durante aquellos días él mismo insistía en que nuestro sistema financiero era fuerte y no corría riesgos.
En segundo lugar, la crisis del sistema financiero "provocó una grave crisis económica porque se paralizó el crédito" y por tanto de nuevo "los gobiernos tuvimos que mantener con gasto público para proteger a los desempleados, obras en los ayuntamientos, salvar las empresas automovilísticas porque tenían un grave riesgo. Un gasto público extraordinario sin precedentes que hicimos, no sólo nosotros, sino todos los países".
Y en tercer lugar y "como consecuencia de ese gasto público para sostener a los bancos y el sistema financiero" el Ejecutivo tuvo que endeudarse porque "no podíamos pedir más esfuerzos a los ciudadanos" y ese esfuerzo de endeudamiento "ha sido extraordinario, y como extraordinario es hay que corregirlo" y "no se puede dudar en ningún momento que España es un país fuerte que nadie piense que España no va a cumplir con sus deberes y pagar sus deudas".
En este sentido, dijo que "teníamos un plan" como "todos los países de la zona euro", pero "sin que nadie lo advirtiera" en la primera semana de mayo, "sin que nadie lo pudiera conocer o anticipar se produjo una crisis fuerte en los mercados y se extendió la sensación del riesgo de que algunos países de la zona euro no podríamos hacer frente a las responsabilidades de pago de nuestra deuda, y en una semana, porque la crisis va a la velocidad que va la red, esto es una de las cosas que han cambiado, los países de la zona euro improvisamos 750.000 millones de euros".
Este es el motivo que, según Zapatero, ha originado que "hayamos hecho el esfuerzo de pedir a los ciudadanos, con determinación, un esfuerzo para garantizar el futuro, con la vista puesta en el futuro de España, ni en ninguna cita electoral". "Ni cambio ni bandazo y menos aún en las señas de identidad de nuestro proyecto. Somos ante todo un proyecto por la cohesión social y las reformas", ha dicho.
"Cuando hay que tomar decisiones que sabéis que no son fáciles, que son difíciles siempre que tienes que decir a los compatriotas que les tienes que pedir un esfuerzo que va a afectar a sus vidas a sus rentas, se hace con el sentido de la responsabilidad que se tienen dirigiendo los destinos de un país", insistía.
"Volcado" en el diálogo social
Además, Zapatero ha prometido que el Ejecutivo estará volcado en las próximas semanas en propiciar que empresarios y sindicatos consigan un buen acuerdo para la reforma laboral.
Para poder ayudar a la generación de empleo, el Gobierno "está trabajando intensamente" con una reforma laboral cuyo objetivo es ayudar a las empresas a contratar, mantener los derechos de los trabajadores y, ante todo, cambiar la tendencia de empleo precario y temporal por estable e indefinido, ha detallado.
Zapatero ha insistido en que sindicatos, empresarios y Gobierno van a seguir dialogando a fin de encontrar un acuerdo común que permita un mercado laboral más moderno, flexible, con más posibilidades y más seguro para los trabajadores.
Desde esa posición, ha hecho un llamamiento global al conjunto de la sociedad, especialmente a empresarios y sindicatos, para llegar cuanto antes a un buen acuerdo de reforma del mercado laboral, que ayude a los jóvenes a tener más expectativas de empleo y a quienes tienen un trabajo precario a encontrar uno más estable.
Palmadita en la espalda a los funcionarios
Después de decir que el PSOE ha sido el partido que "más ha aportado a la democracia", dio una plamadita en la espalda a los funcionarios antes de bajarles el sueldo, porque "los he visto trabajar y lo hacen muy bien" y por eso "quiero reconocérselo públicamente".
Como respuesta a las críticas por el recorte ha insistido en el fuerte incremento del gasto público que ha llevado a cabo su Ejecutivo durante los últimos seis años. Un gasto "social" que es "la realidad del proyecto social que representamos". Algo que le permite ahora congelar el sueldo a los pensionistas y rebajar el sueldo a los funcionarios para retirarlas cuando "se recupere el crecimiento". Es decir, tal y como ha expresado Pajín en su discurso previo al del presidente.