(Libertad Digital) Mentira tras mentira, el presidente del Gobierno no ha logrado granjearse el apoyo de ningún grupo en la Cámara Baja. Aún así, ha defendido con vehemencia su gestión económica y tras cinco horas de debate, ha cerrado el pleno afirmando que " sin crisis financiera internacional España hubiera seguido generando empleo" porque "no tenemos una crisis propia ".
Frente a la actitud de Zapatero, diciendo que no negó la crisis, que la "recesión global" no es culpa del Gobierno o que no ha dado dinero a los bancos, el líder de la oposición esta vez se ha creído su papel. Rajoy ha hilado un brillante discurso, seguido de su correspondiente réplica, en la que ha puesto los puntos sobre las íes. Lo que quizá le ha faltado a Rajoy es pedir elecciones, algo que si hizo Rosa Díez , portavoz de UPyD, en otra brillante intervención.
Rajoy, ha puesto en evidencia las mentiras del Ejecutivo y le ha recordado que " en aras del interés general haré lo que sea, pero no serviré de coartada a su política económica disparatada ". El presidente del PP ha reprochado al ejecutivo su disparatado y excesivo gasto público, que no ha servido para generar empleo, la continua pérdida de confianza de la comunidad internacional en la economía española, el encarecimiento de la financiación de España o las r ebajas de la calificación de la deuda soberana española por parte de las principales agencias internacionales de rating.
También ha recordado Rajoy que Zapatero "engañó sobre la crisis negándola y luego engañó sobre su origen", en alusión a que primero culpó a EEUU y Bush, luego a la construcción y más tarde a los bancos. Cada vez con menos argumentos, el presidente del Gobierno ha vuelto a defender su gestión acudiendo a la guerra de Irak, a cusando al PP de mentir cuando estaba en el Gobierno. Esta era su defensa ante las denuncias de engaños que lanzó Rajoy.
Frente a la actitud de Zapatero, diciendo que no negó la crisis, que la "recesión global" no es culpa del Gobierno o que no ha dado dinero a los bancos, el líder de la oposición esta vez se ha creído su papel. Rajoy ha hilado un brillante discurso, seguido de su correspondiente réplica, en la que ha puesto los puntos sobre las íes. Lo que quizá le ha faltado a Rajoy es pedir elecciones, algo que si hizo Rosa Díez , portavoz de UPyD, en otra brillante intervención.
Rajoy, ha puesto en evidencia las mentiras del Ejecutivo y le ha recordado que " en aras del interés general haré lo que sea, pero no serviré de coartada a su política económica disparatada ". El presidente del PP ha reprochado al ejecutivo su disparatado y excesivo gasto público, que no ha servido para generar empleo, la continua pérdida de confianza de la comunidad internacional en la economía española, el encarecimiento de la financiación de España o las r ebajas de la calificación de la deuda soberana española por parte de las principales agencias internacionales de rating.
También ha recordado Rajoy que Zapatero "engañó sobre la crisis negándola y luego engañó sobre su origen", en alusión a que primero culpó a EEUU y Bush, luego a la construcción y más tarde a los bancos. Cada vez con menos argumentos, el presidente del Gobierno ha vuelto a defender su gestión acudiendo a la guerra de Irak, a cusando al PP de mentir cuando estaba en el Gobierno. Esta era su defensa ante las denuncias de engaños que lanzó Rajoy.