Zapatero augura creación de empleo para el segundo trimestre de 2010

"Es prematuro hacer un vaticinio, tiene que corresponder con un cierto crecimiento de la economía española, pero espero que en el segundo trimestre de 2010 podamos ver ya síntomas positivos", afirmó.

Zapatero consideró que lo peor de la crisis económica ya ha pasado y que el "momento más duro" de la recesión se produjo en el primer y segundo trimestre de este año, si bien subrayó que todavía existe por delante una "gran tarea". "La recuperación económica deberá empezar en 2010, pero el tema fundamental va estar en la recuperación del empleo y, mientras tanto, en la protección social al desempleo", dijo.

En este sentido, el presidente del Gobierno cuantificó en 15.000 millones de euros el coste de las prestaciones por desempleo en 2010, frente a los 10.000 millones de euros que el Ejecutivo prevé recaudar con la subida de impuestos prevista en los Presupuestos.

"Debemos salir todos juntos de la crisis y con la máxima cohesión social", señaló Zapatero, quien apostó por un "país solidario", en el que en una situación de desempleo haya 2,7 millones de personas protegidas, gracias a una aportación "moderada" con una presión fiscal "limitada" y especialmente de los que "más rentas tienen".  

Tras afirmar que el déficit del Estado será del 5,4% en 2010 y que cada año se traduce en deuda pública, el presidente del Ejecutivo afirmó que la subida fiscal que plantea su Gobierno es para no hipotecar el futuro del país.

"Queremos mantener una deuda razonable, porque la responsabilidad de un gobernante, aunque tenga que adoptar una decisión que no es agradable, es hacer las cosas cuando hay que hacerlas y pensando en el futuro de tu país", dijo Zapatero, quien señaló que España tiene una presión fiscal baja y, por tanto, "un esfuerzo de un punto es asumible".

Las rentas altas deben contribuir "mucho más"

Asimismo, el presidente del Ejecutivo aseguró que no se puede tener la misma consideración a la hora del tratamiento de la rentas del trabajo y del capital y justificó el incremento de la tributación de éstas últimas "porque es donde está la gente que tiene dinero y, por ello, deben contribuir mucho más".

En este sentido, explicó que el Gobierno ha establecido ahora una progresividad y una subida "notable" para las rentas del capital, frente al Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF), que ya contempla una "clara progresividad".  

Respecto a la deducción de los 400 euros, Zapatero explicó que se trataba de una medida universal, porque a todos los ciudadanos les afectaba el incremento de los precios en el momento en que se aprobó. "Era el único instrumento que teníamos como Gobierno", dijo.

Asimismo, aseguró que España tiene el IVA más bajo de la Unión Europea, por lo que consideró que su incremento desde el próximo 1 de julio en dos puntos, hasta el 18% en el tipo general, y de un punto, hasta el 8%, en el tipo reducido es un "pequeño esfuerzo" de cada uno para mantener un país "que reconozca que comparte el destino de la mayoría".

"Con crisis o con bonanza, la gente debe sentir el apoyo de su país", afirmó el presidente, quien, por otro lado, acusó al líder del PP, Mariano Rajoy, de haberse "desinteresado" de los grandes problemas y de "descalificar".

Críticas a los empresarios

Por otro lado, Zapatero criticó nuevamente la falta de sensibilidad y la poca visión de país de "los poderosos" ante la crisis económica, por mantener prioridades que no coinciden con las del Gobierno, que es mantener la protección social y garantizar los derechos de los trabajadores.

Aunque no quiso poner nombre a "los poderosos", aseguró que son aquellos que han estado pidiendo al Gobierno que rebajara las condiciones del despido, que hiciera una reforma laboral, que rebajara las cotizaciones y que, cada vez que surgía un problema en el sector empresarial, pedía ayudas al Ejecutivo. Es decir, los empresario a través de la patronal (CEOE).

"Estos son los poderosos para mí", señaló el presidente, quien recordó que el sentido que tiene su Gobierno de país contempla el mantenimiento de los derechos de los trabajadores, el desarrollo de la ley de dependencia y el aumento de las becas y de la ayuda al alquiler de vivienda, entre otras cosas. "Un sentido más cercano a los ciudadanos que no están de acuerdo con la idea de que la crisis se tiene que traducir en la pérdida de derechos", añadió.

Así y preguntado por las relaciones entre el Gobierno y la patronal, el presidente reconoció que existe cierta "discrepancia", ya que algunos empresarios, aunque no todos, han plateado "insistentemente" al Ejecutivo las propuestas que siempre han rechazado porque no encajan en el proyecto y la acción de este Gobierno.

En este sentido, aseguró que siempre que se ha hablado de reforma laboral durante la crisis se ha pretendido abaratar el despido para que los empresarios tengan más libertad y los trabajadores menos derechos, así como para que haya una transferencia de renta de los trabajadores hacia las empresas eliminando la indemnización, la única herramienta de la disponen algunos trabajadores en España.

"Lo que necesitamos en este país no es tanto cambiar la legislación laboral, que ha demostrado que en crecimiento crea empleo como ningún país, sino mejorar el sistema productivo", añadió Zapatero, quien consideró que se trata de que haya mejores trabajos y no contratos peores, "por lo que habrá que desarrollar una economía más productiva y moderna".

En todo caso, el jefe del Ejecutivo recordó que cualquier cambio se tiene que acordar en el ámbito del diálogo social que mantienen las organizaciones empresariales y los sindicatos con el Gobierno y que "ha dado tantos éxitos en los últimos años".