En su intervención en una jornada organizada por la revista The Economist, Zapatero añadió que en España "estamos a punto de registrar datos intertrimestrales positivos" de evolución del PIB, aunque admitió que igual que la economía de este país se incorporó "más tarde" a la recesión también saldrá "algo más tarde" de ella.
Zapatero puso la Ley de Economía Sostenible, cuyo anteproyecto aprueba el Gobierno el próximo viernes, así como la Estrategia para el Crecimiento Económico Sostenible como los ejes para afianzar la recuperación e impulsar el cambio de modelo productivo, y anunció que comparecerá próximamente en el Congreso "en fechas inmediatas" para explicar a los grupos políticos esta estrategia.
El jefe del Ejecutivo también pidió "confianza" para el Gobierno, que ha sido siempre "capaz de adoptar decisiones siempre difíciles, aunque en este caso necesarias", como la subida de impuestos. Durante su intervención, Zapatero reconoció que no se sabe "con qué fuerza" ni "con qué progresión" ha comenzado la recuperación, ni cuándo tendrá la economía "el vigor suficiente para crear empleo".
En cualquier caso apuntó que, "con diferencia de meses" entre unos países y otros dicha recuperación "ha arrancado en todos los sitios", aunque de forma más intensa en las economías emergentes, y consideró que no tiene sentido polemizar sobre las distintas previsiones macroeconómicas.
"Abultado desempleo"
Zapatero admitió que a España le queda aún un "serio problema que resolver", el del "abultado volumen de desempleo" que ha traído esta crisis, y admitió que para ello hay que volver a crecer a "buen ritmo", aunque "no podremos hacerlo del mismo modo que lo hicimos en los últimos años".
Pese a todo, en su opinión, "España está en condiciones de recuperar un crecimiento económico vigoroso", y por eso "hay que empujar cuanto antes a la economía española hacia su crecimiento potencial", que es "mayor" que el de la media de la zona euro.
Para ello, citó la Ley de Economía Sostenible y la citada Estrategia, que tendrá como horizonte de aplicación la próxima década, hasta 2020. La futura ley, explicó, incidirá en numerosos ámbitos, desde el sistema financiero y los organismos reguladores hasta la internacionalización de empresas, la colaboración público-privada en el desarrollo de infraestructuras o el impulso fiscal a la innovación en el sector privado y a la rehabilitación de viviendas y el alquiler.
Reestructuración bancaria para primavera
Por otro lado, Zapatero, confió en que la "inevitable" reestructuración del sector financiero" se produzca "de aquí a la primavera". Estimó que la reestructuración del sector es "necesaria" y "obligada" debido al "ajuste" que está viviendo el crédito, que derivará en una menor "magnitud del negocio" para bancos y cajas. Además, recordó que para ese "proceso de reestructuración", el Gobierno ha establecido ya medidas legales y que se cuenta también con el trabajo del Banco de España.
El jefe del Ejecutivo indicó que el objetivo de esa reestructuración es salir de la crisis con entidades financieras "sólidas" y que ello cueste "lo menos posible" a las arcas públicas. Eso sí, dejó claro que así ha sido hasta ahora, que España es uno de los países que menos recursos públicos han destinado a este sector y que, además, sólo ha sido necesario intervenir una "entidad pequeña".
Zapatero se refirió a la reestructuración del sector financiero tras comentar la evolución del crédito en la economía española y admitió que en este momento está en tasas de crecimiento "prácticamente cero".
Para paliar esta situación, defendió que el sector público está haciendo un esfuerzo y expuso que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) está facilitando actualmente el 25% del crédito que llega a las pymes, aunque reconoció que es cierto que este flujo de recursos "no llega a todos".
Ajuste muy brusco
Además, aventuró que el crédito aumentará con una nueva medida gubernamental, los "facilitadores de crédito" que harán "tareas de seguimiento" cuando los bancos nieguen sus créditos a pymes. El objetivo, añadió, es agotar la disponibilidad de crédito que tiene el ICO para 2009 y 2010 "para limitar los daños que la restricción de crédito viene produciendo".
Sin embargo, avisó de que no es coherente que desde la política o la empresa se exija al Gobierno que reduzca el endeudamiento y el déficit y, al mismo tiempo, que facilite el crédito, porque ello "imputa deuda en el conjunto de las Administraciones Públicas".
De hecho, avisó de que se produce cierta "contradicción" porque las empresas piden crédito, pero todos los economistas coinciden en que España tiene que llevar a cabo un "ajuste" de su endeudamiento, tras unos años, 2006 y 2007, que fueron de "exageración del crédito".
Eso sí, admitió que "por la gravedad de la crisis y la intensidad de la recesión, el ajuste se está produciendo de manera muy brusca" y así "lo está padeciendo la economía española".
En este sentido, explicó que el aumento "sin precedentes" del crédito en 2006 y 2007 llevó el déficit por cuenta corriente hasta el 9,7%. Y además, recordó que ello no se debió al endeudamiento del Estado, que "ha ahorrado" en esos años, sino al de las familias y a las empresas, que se situó en el 0,8% y el 1,2% de su PIB, respectivamente.
Ahora, añadió, el déficit por cuenta corriente ha vivido una "reducción espectacular", hasta el 5,7%, "y se ha hecho a costa del crédito". Por ello, estimó que el Gobierno tiene que "tender a un equilibrio, mantener al máximo posible la capacidad de dar crédito pero siendo conscientes de que el ajuste se tenía que producir".