LD (L. Ramírez) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha vuelto a prometer que pagará a los desempleados la prestación que les corresponde por sus años de trabajo. Se trata de la enésima vez que el Ejecutivo garantiza estas ayudas en las últimas semanas, lo que resulta extraño y causa estupor, ya que las prestaciones están protegidas por la Ley y no dependen del partido político que esté en La Moncloa.
Y Zapatero no sólo promete que hará frente a su responsabilidad en esta materia, sino que se atreve a afirmar que “se mejorarán las prestaciones por paro en la medida de lo posible”. El presidente hizo estas declaraciones este martes en la inauguración de la exposición “Cien años de protección social en España”.
Pero como decía el filósofo: no dejes que los árboles no te permitan ver el bosque. El espíritu derrochador del que ha hecho gala el Gobierno en los últimos meses –que ha hipotecado el 30% del PIB español- ha dejado las arcas públicas vacías, el presupuesto para pagar las prestaciones por desempleo se ha agotado y el Ministerio de Trabajo admite sin tapujos que no puede garantizar a los trabajadores que ahora son menores de 50 años el cobro de sus pensiones cuando se jubilen.
La cuestión es tan sangrante que los Servicios Públicos de Empleo (el antiguo INEM) están llegando a tardar hasta tres meses en abonar a los desempleados sus prestaciones, a pesar de que este dinero es propiedad del solicitante, que ha ido aportando a la caja estatal fondos todos los meses en cada una de sus nóminas. El Inem está desbordado y su gestión en riesgo de quiebra, según los sindicatos.
Ante ello, el Ejecutivo ha decidido apostar por elevar las multas de tráfico, retrasar las devoluciones del IRPF a los declarantes y aplazar al máximo posible el pago de las facturas a las empresas que trabajan con el Estado. Mientras, comunidades autónomas y ayuntamientos disparan las tasas y los tributos que tienen cedidos, esquilmando aún más los bolsillos de los ciudadanos y las cuentas de resultados de las pymes.
Según recordó Zapatero este martes, actualmente cerca de 2 millones de desempleados perciben la prestación por desempleo, con un nivel de cobertura que alcanza el 66%. "El más alto de la historia", dijo triunfal el presidente que, en último término, es responsable de que España haya destruido 900.000 puestos de trabajo en los últimos doce meses.
Además, destacó que las prestaciones por desempleo han subido un 20% desde 2004, hasta situarse en una media de 819 euros. Zapatero reiteró su compromiso de subir las pensiones mínimas una media del 6% en 2009 y de realizar una aportación superior a los 8.000 millones de euros al Fondo de Reserva, gracias al superávit del 0,8% del PIB previsto en el Seguridad Social para el próximo ejercicio.
“El Gobierno no escatimará esfuerzos para reforzar dos de los principales pilares del sistema de bienestar social: las prestaciones por desempleo y las pensiones. El Estado no debe permanecer impasible ante las necesidades de las personas ni desentenderse”, declaró el presidente.
Pero acto seguido, Zapatero puso la venda en la herida al admitir que “la mejor forma de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones es adaptarlo a la nueva realidad, algo que se puede conseguir a través del diálogo social”.
En el horizonte está la intención de Gobierno y oposición de recortar las pensiones para que puedan pagarse durante más años (hasta un 30%), retrasando así la agonía de la Seguridad Social en un entorno de recesión económica y una tasa de paro en el 15% en 2009.
"Seguridad frente a la dificultades, protección frente al abandono, confianza ante la incertidumbre. Políticas sociales que, lejos de debilitar nuestro escenario económico, contribuyen a generar confianza, capacidad de reactivación y previsión en el futuro ", concluyó el presidente.