El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó ayer a Bruselas con un claro objetivo: conseguir el respaldo de los jefes de Estado europeos para que el fondo de rescate aprobado en mayo dé créditos extraordinarios a España para alejar el fantasma de la suspensión de pagos. Además, acudió con otro mandamiento del Tesoro: convencer a los líderes de la necesidad de que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda española, ya que si nuestro país entra en default arrastrará a toda la eurozona.
Una vez más, Zapatero fracasó en su intento, aunque no es descartable que a lo largo de la jornada de hoy logre algún avance. Como el mendigo que entra en un vagón de metro diciendo "perdonen las molestias", el presidente se arrastra por la UE para conseguir una limosna que le permita comprar un cartón de vino y pasar la noche caliente.
Y es que el presidente ha acudido a ver a sus acreedores para pedirles más dinero sin garantizarles que vaya a pagar en un corto plazo. Los 27 acordaron que el fondo de rescate sea permanente a partir de 2013, pero no están dispuestos a permitir que los propietarios de deuda pública no respondan con su dinero de la apuesta por la compra de bonos, letras u obligaciones de un país en apuros. Alemania no logró que la exigencia de estas quitas sea para todos los rescates, pero el nuevo documento de acuerdo establece que se analizará "caso por caso".
Así que, presten atención si deciden invertir una parte de sus ahorros en deuda pública española –o de cualquier comunidad autónoma- ante el incremento de la rentabilidad ofrecida. A más riesgo más posibilidad de ganar... y de perder, así que no se lleven las manos a la cabeza si descubren con horror que el 40% de lo invertido en estos bonos sólo sirve para envolver el bocadillo.
Todos los diarios destacan en sus portadas el acuerdo. Expansión señala que "la UE crea un fondo de rescate permanente, que entrará en vigor en 2013". La canciller Merkel rechaza la creación de eurobonos a corto plazo y que los planes de ayuda puedan ser reforzados, como pidió España. En el nuevo fondo "se podrá renegociar la deuda y el sector privado podrá verse afectado".
Cinco Días considera que "la zona euro se someterá a una revisión completa de su estructura: los 27 aprueban un fondo de rescate permanente a partir de 2013". En la noticia apunta que "las emisiones de deuda de los países de la zona euro deberán ir acompañadas de una advertencia a los inversores sobre la remota posibilidad de que deban aceptar una rebaja en su retribución en caso de insolvencia de un Estado". El periódico de Prisa asegura que "Zapatero aprovecha su intervención para lanzar un mensaje de unidad y fortaleza de la eurozona".
Finalmente, El Economista dice que "Merkel impone su ley a la UE: ni eurobonos ni compra de deuda", tras señalar que "la cumbre de los 27 acuerda transformar en 2013 en permanente el fondo de rescate". Las peticiones de España y del jefe del Eurogrupo se aparcan hasta marzo: "Alemania demora la negociación para blindar a España y Portugal frente a los mercados".