El Consejo de Ministros ha aprobado la aportación de 9.794 millones de euros al plan de ayuda de 110.000 millones de euros diseñado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para poner en marcha el rescate financiero de Grecia. El Gobierno no ha querido que la medida pase por el Parlamento y, como en Italia, ha decidido aprobarla sin debate en las Cortes y sin posibilidad de rechazo por parte de los diputados.
De los cuatro países que más van a aportar al paquete de rescate, los gobernantes alemanes y franceses han decidido llevar la propuesta a sus respectivos parlamentos para que sean ratificados por los diputados. Portugal y Holanda han hecho lo mismo, pero en Italia y España las cosas se hacen de otra forma: a golpe de decreto.
No obstante, el envío de fondos a Grecia ha recibido el apoyo del principal partido de la oposición, el PP, ya que el presidente de esta formación, Mariano Rajoy, dio su visto bueno a la aportación española al país heleno en la visita que realizó a La Moncloa el pasado miércoles. No es extraño que el líder popular apoye a Zapatero, lo ha hecho con todas las grandes medidas económicas que ha presentado el Ejecutivo socialista.
De los cuatro países que más van a aportar al paquete de rescate, los gobernantes alemanes y franceses han decidido llevar la propuesta a sus respectivos parlamentos para que sean ratificados por los diputados. En Italia y España las cosas se han de otra forma: a golpe de decreto.
No se emitirá más deuda “en el corto plazo”
La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, aseguró en rueda de prensa que el préstamo concedido a Grecia no afectará al calendario de emisiones del Tesoro Público “en el corto plazo”.
Esto quiere decir que se destinará parte del dinero obtenido en los mercados en los últimos meses al rescate griego y que habrá que emitir más bonos, letras y obligaciones a medio plazo para financiar el desbocado déficit público, de más de 112.000 millones de euros, con el que cerró España el pasado ejercicio.
Salgado se contradijo al valorar el peso de este nuevo gasto en la maltrecha economía española. Primero dijo que la cifra que aportará España al rescate es "relativamente pequeña" y que de los 9.794 millones sólo 3.672,8 millones se facilitarán en 2010. Después, consideró que es una cifra "importante".
Sobre las condiciones del préstamo, la vicepresidenta económica explicó que se ha constituido un fondo “sin personalidad jurídica” que será el que vaya suministrando las cantidades necesarias para evitar que Grecia tenga necesidad de acudir al mercado durante un tiempo lo "suficientemente largo" de aproximadamente dos años.
“No tendrá repercusión en el déficit”
Recordó además que el Gobierno dará cuenta una vez al año al Parlamento de la evolución del fondo que, además, “no tendrá ninguna repercusión en el déficit, ya que los intereses cubrirán el gasto y evitarán que España tenga que endeudarse más”. Si Grecia pospone su devolución, tendrá que hacer frente al pago de intereses por el retraso. Siempre que no quiebre, claro.
Finalmente, confió en que la ayuda al país heleno contribuya a la estabilización del euro porque esa es "la intención" y que cumbre de hoy permita dar una "clara señal" de que la prioridad es la estabilización de la moneda única.
En esta línea se pronunció también la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Explicó durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que este acuerdo se ha adoptado desde el "profundo convencimiento" de que el euro "nos ha hecho, nos hace y nos hará más fuertes".
Según De la Vega "no apostamos sólo por Grecia, apostamos por la economía europea" y por "una estabilidad que es garantía de bienestar para muchos millones de ciudadanos".