Nuevo bandazo en la política económica de Zapatero. Después de que el presidente, pese al informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear, decidiese cerrar Garoña en 2013, ahora se estaría planteando alargar la vida de las centrales.
Según La Vanguardia, ese asunto estaría sobre la mesa de la negociación de las pensiones y habrían sido los sindicatos los que lo habrían solicitado a cambio de aceptar el retraso en la edad de jubilación. Lo cierto es que con el aval de los sindicatos el Ejecutivo conseguiría dar marcha atrás a una medida que ponía la puntilla a la política energética.
El diario catalán, que cita fuentes de la negociación, alude a que se alargaría la vida útil de las ocho centrales españolas siempre que no implique problemas de seguridad. Sobre la mesa está también Garoña, informa Efe.
Según fuentes del Ejecutivo, se ha ofrecido el retraso del cierre de la central nuclear porque así lo habrían pedido los sindicatos con el fin de mantener los puestos de trabajo. A cambio, alcanzarían un pacto pacto global en pensiones y reforma laboral, según las mismas fuentes.
Sindicatos y empresarios están reunidos de nuevo en el Ministerio de Trabajo para intentar cerrar ese principio de acuerdo, en el que la jubilación a los 67 años que propone el Gobierno ya no sería un problema para UGT y CCOO.
El punto clave de la negociación, han apuntado las fuentes, son los requisitos que deberían cumplir los trabajadores para jubilarse con 65 años; el Gobierno ha propuesto 41 años cotizados y los sindicatos piden rebajar esa cifra.
Sebastián, en evidencia
Preguntado sobre este asunto este mismo miércoles en una entrevista en la SER, Miguel Sebastián se ha mostrado a favor de analizar el asunto de la vida útil de las centrales, aunque ha apuntado que la decisión de cerrar Garoña es "firme". Poco tardarían en desmentirle.
Las centrales españolas en funcionamiento fueron construidas, exceptuando la de Santa María de Garoña, en los años ochenta. A partir de 2021, comenzarían a cumplir cuarenta años, lo que significa que, según el antiguo criterio del Gobierno, en esa década todas quedarían clausuradas y España se quedaría sin una de sus fuentes energéticas.
La factura nuclear
¿Y qué ocurre con el almacén nuclear centralizado que debe construir España? El Gobierno sigue sin encontrarle ubicación y cada retraso en esta medida le sale muy caro a nuestro país. Desde el 1 de enero, España tiene que pagar a Francia T alrededor de 60.000 euros diarios por el almacenaje de residuos nucleares de Vandellós I, ya clausurada, por no tener un lugar adecuado para tenerlos.
España debería haberse hecho cargo de estos desechos a partir del pasado 31 de diciembre, tal y como establecía el contrato firmado con el Gobierno francés, pero como no ha sido así tiene esta penalización económica.
Según ha dicho Sebastián en la misma entrevista, están intentado alcanzar el máximo consenso, pero si no es posible, el Gobierno deberá imponerlo. En este contexto ha reiterado que la construcción del almacén centralizado es más barata y segura que la opción de los almacenes individuales en cada central.