(Libertad Digital) El mercado energético está en plena ebullición. Después de que el pasado miércoles se conociera el supuesto interés de la segunda mayor petrolera rusa (Lukoil) por adquirir el 30% de Repsol YPF, la cuestión se ha transformado en una cuestión de Estado.
A primera hora de este jueves, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, mostraba sin tapujos su oposición a la operación, al asegurar que el Gobierno hará todo lo posible para que Repsol siga siendo “independiente y española”, tirando por tierra todos los principios básicos de la economía de mercado.
No obstante, el sector energético es una actividad estratégica “clave para el suministro” en España, según explicó Sebastián, por lo que el Ejecutivo protegería a la petrolera española para mantener la mayoría del accionariado en manos nacionales.
Pero todo este enfoque cambió tras la intervención de Zapatero en la rueda de prensa celebrada después del encuentro que mantuvo con el primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannouchi. El presidente español dijo que esta operación “se juega en el terreno del mercado” y destacó que el 20% de Lukoil está en manos de la empresa norteamericana ConocoPhilips.
“El Gobierno estará atento, pero hablamos de compañías privadas”, sentenció el mismo presidente cuyo Gobierno no tuvo inconveniente en apoyar la Oferta Pública de Adqusición (OPA) de Gas Natural para controlar Endesa.
Y es que el interés ruso por Repsol no es nada nuevo.La semana pasada, el viceprimer ministro ruso, Alexander Zhukov, anunció públicamente, delante del ministro de Industria, Miguel Sebastián, el interés del monopolio estatal ruso del gas Gazprom, el mayor grupo energético del país, por Repsol. Pedro Solbes, dijo que una operación así le "chirriaba".
El 20% de Lukoil es de una empresa de EEUU
Zapatero, dijo más tarde que una operación de Gazprom sobre Repsol "ni ha estado, ni está, ni estará en el horizonte". Este jueves, el presidente español explicó que “cuando lo de Gazprom dije que no había nada y ahora digo que en el caso de Lukoil hay que precisar que hablamos de una compañía privada en la que el principal accionista es una empresa de EEUU, que tiene el 20% de las acciones”.
Zapatero no mencionó que Gazprom es una compañía pública, y un eventual desembarco en el mercado energético español de esta empresa podría tener consecuencias geopolíticas. Por ello, cuando la estatal rusa saltó a la palestra, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, manifestó que le “chirría” la oferta.
De momento, no faltan inversores financieros en Repsol dispuestos a vender a buen precio (Mutua Madrileña tiene el 2%, Barclays, el 3,2%, y AXA el 3,2%). La participación más relevante es la que tiene La Caixa, que controla el 12,5% de Repsol. La caja catalana, además, tiene una participación conjunta con Caixa Catalunya del 6% a través de Repinves.
Criteria, el holding de participadas de La Caixa, ha enviado un comunicado a la CNMV en el que reconoce "contactos informales" para la venta de su participación en la petrolera , aunque matiza que todavía no ha recibido "oferta concreta alguna al respecto".
Una firma con intereses rusos y americanos
Lukoil es uno de los principales productores de petróleo del mundo. Con una capitalización bursátil de 25.942,18 millones de dólares (20.541 millones de euros), la compañía rusa explora, produce, refina y transporta gas y petróleo, la mayor parte procedente del Oeste de Siberia.
Lukoil opera refinerías y gasolineras en Rusia y Estados Unidos, entre otros mercados. La compañía, con alrededor del 1,3% de las reservas globales de petróleo y el 2,3% de la producción mundial, cotiza en el mercado ruso.
Está participada principalmente por el equipo directivo y la petrolera americana ConocoPhillips, entre otros accionistas.
Pese a su condición privada, que le diferencia de otro gigante ruso del sector, Gazprom, el Kremlin ejerce, al igual que sobre muchas empresas relevantes del país, una influencia importante sobre los intereses que defiende la firma, algo que podría levantar susceptibilidades en la Unión Europea.
Tanto el anterior Ejecutivo de Vladimir Putin, como el actual de Dimitri Medvédev, se han significado por emplear la energía como arma en sus relaciones con el exterior y, muy especialmente, con las repúblicas ex soviéticas. Hasta tal punto que algunos analistas han querido ver en los anhelos expansionistas de las petroleras y gasistas rusas una ofensiva para devolver a Rusia el peso internacional de que gozó en la época comunista.
Lukoil está desarrollando proyectos de exploración y producción en Kazakhstán, Egipto, Azerbaiyán, Uzbekistán, Arabia Saudí, Colombia, Venezuela, Costa de Marfil, Ghana e Iraq.
Algunos analistas creen que esta presencia geográfica podría complementarse con la de Repsol YPF, con fuertes intereses en países como Venezuela, Bolivia y Brasil.