Ya saben que la economía española está intervenida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea, bajo la amenaza de retirada del apoyo necesario para seguir pagando a aquellos inversores que han decidido en los últimos años comprar nuestra deuda y a las entidades financieras que han colaborado con el Gobierno en la ocultación de la crisis y en su posterior espiral de endeudamiento.
Ésta es la única razón de que Zapatero haya presentado lo que denomina como “plan de ajuste”, con el que pretende reducir 15.000 millones de gasto público en los dos próximos años.
Y este plan es una cortina de humo que le puede costar el puesto al presidente. La repercusión que tienen estos 15.000 millones sobre el agujero que tiene España es insignificante. Para que se hagan una idea: al final del pasado año había unos números rojos de 114.000 millones de euros en la caja y, según los analistas, en 2013 la cuantía puede superar los 140.000.
Zapatero no castiga a pensionistas, funcionarios y dependientes porque quiera, sino porque se lo han ordenado. Con lo que no contaba es con perder el apoyo de los conservadores catalanes en este camino de recortes del gasto y con tener la oposición del PP que, por primera vez en la era Mariano, ha votado en contra de una decisión económica del Gobierno.
“Señor Zapatero, se acabó su etapa como presidente”. Con esta frase de Duran i Lleida (CiU) abre su portada el diario Expansión que “retrata el sentir de todos los partidos y pide elecciones ante la soledad del Gobierno”. El diario lamenta en su Editorial que se haya perdido una oportunidad de oro para lograr la salida de Zapatero del Palacio de La Moncloa y anticipa un futuro negro para el país si no hay adelanto electoral.
El diagnóstico es claro tras el anuncio de los nacionalistas catalanes de CiU de que no apoyarán al Gobierno en los próximos Presupuestos Generales del Estado, que irán al Congreso el próximo otoño. Si no salen adelante “supondrá la defunción de la legislatura”, según el económico de Unidad Editorial, que teme años de paro crónico, déficit público y estancamiento económico si no se marcha pronto el Maquiavelo de León.
Cinco Días, como hace en las citas importantes, deja a un lado la batalla que mantiene su editorial (Prisa) con el PSOE tras décadas de noviazgo -con derecho a roce- y sale por peteneras con un titular esperpéntico: “balón de oxígeno para afrontar la reforma laboral”, “Zapatero salva el ajuste por la mínima y la Bolsa reacciona subiendo un 3,2%”.
Que los inversores aplauden la reducción del gasto público es indudable, pero ¿qué tiene que ver lo que sucedió ayer en el Congreso con la reforma que negocian los mercenarios de CCOO y UGT (capitaneados por Yogui y Bubu) con el fracasado presidente de CEOE?
El diario lo explica en su Editorial. Resulta que para Cinco Días la abstención de CiU (que hizo que Zapatero salvara el decreto por un sólo voto, con el apoyo inestimable del diputado de UPN) supone que ahora el presidente “ha recibido un voto de confianza para realizar reformas serias. Insólito argumento ¿verdad? Además, UGT y CCOO amenazan al Gobierno con una "huelga general" si reforma el mercado laboral sin contar con ellos ¿se lo creen? Yo desde luego que no.
El enfoque se vuelve hilarante cuando señala que “la alocada carrera de Mariano Rajoy para forzar un adelanto de las elecciones puede dar resultados en las urnas, pero es la más nefasta de las alternativas para la economía ahora”. Que quieren que les diga, muy alocado no veo yo a Rajoy, aunque de vez en cuando le de por gritar “¡Viva el vino!”. El económico de Prisa termina alabando a Durán i Lleida por su actitud “sensata” y “responsable”, pero “no exenta de intereses particulares”. De esto sabe el señor Cebrián, y mucho.
El Economista prefiere centrarse en las fusiones de las cajas de ahorros y deja la cuestión del decreto de medidas del Gobierno para un reportaje que se titula “Europa aplica tijeretazos a medias”. Los analistas creen que los planes llevados a cabo en el área comunitaria deberían ser más profundos. “El peor parado, el español, que ayer se aprobó por un voto”.
Así, el titular de portada del diario es “el gobernador fusiona las cajas a golpe de intereses políticos”. Hace quince meses, justo antes de la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM), e incluso mucho antes, el gobernador del Banco de España ya sabía que el sector de las cajas tendría que llevar a cabo una reestructuración para poder sobrevivir. “Lo que no se imaginaba por entonces era que a estas alturas ninguna fusión estaría totalmente materializada y que los proyectos más importantes responderían a cuestiones políticas, en contra de lo declarado por él en múltiples ocasiones, y alejados del principio de optimización económica que el supervisor debe defender”.
De momento, el rescate de la CAM a través de una fusión “fría” (de mentira) eleva a 12.000 millones la factura mínima de sanear el sector, pero el dinero que se quitará a los contribuyentes puede rondar los 100.000 millones, que es la cantidad reservada para el FROB.
Cinco Días también lleva esta cuestión a su primera página y apunta ya al final de las reestructuraciones antes del fin de junio. Asegura que La Caixa absorberá a Caixa Girona y que Caja Madrid negocia aliarse con Ávila, Segovia y Laietana.