La tormenta financiera internacional que ha sumido en la recesión a la práctica totalidad de las economías del planeta sigue deparando sorpresas y generando actuaciones que bien podrían salir del guión de una película. Como casi siempre, la realidad supera a la ficción, sobre todo a tenor de la idea que ha tenido la entidad letona Kontora Loan Company para captar nuevos prestatarios.
El portavoz oficial de esta entidad, Viktor Mirosiichenko, explica con toda naturalidad que permite a los clientes que deseen un préstamo ofrecer como garantía sus propias almas. Sí, han leído bien, como en la leyenda de Robert Johnson, un bluesman que vendió su alma al diablo para convertirse en un virtuoso de la guitarra, Kontora Loan Company entra en el mundo de la religión y la metafísica para hacer negocio.
Los clientes que deseen un préstamo de este tipo deben firmar un contrato que va encabezado con las palabras “Estoy de acuerdo en ofrecer como colateral del crédito mi alma inmortal”.
Mirosiichenko explica que su estrategia no se basa en perseguir a los morosos para que hagan frente a sus deudas y promete que no habrá ningún tipo de violencia física. Los prestatarios solo deben dar sus nombres y no mostrar ningún tipo de documentación.
“¿Si no devuelven el dinero que ocurre?”, pregunta retóricamente el portavoz de la entidad financiera, “pues que se quedan sin alma, eso es todo”, sentencia Mirosiichenko en una entrevista concedida a la agencia Reuters.
De momento, la situación en Letonia es desesperada. Los bancos han cerrado el grifo del crédito y han surgido pequeñas empresas que dan préstamos de poca cuantía y que se han vuelto muy populares. Mirosiichenko explica que su estrategia es dar créditos de hasta 500 dólares a 90 días con bajos tipos de interés. En los dos meses que lleva operando ha concedido fondos a 200 personas.
"Lo único que hice fue decir lo que todo el mundo sabe", indicó a Europa Press el profesor Smirnovs, quien en una conferencia celebrada en la Universidad de Ventpils osó aconsejar a los presentes que desconfiaran de la solidez de los bancos letones y que no mantuvieran demasiado dinero en lats, la divisa del país.
Colapso de Letonia
Tras el colapso de la deuda pública letona, el Gobierno de la ex república ex soviética decidió aplicar un duro recorte presupuestario próximo a los 1.000 millones de dólares para reducir in extremis su abultado déficit fiscal. Dicha contención facilitará el rescate del país por parte del FMI, según afirmó el primer ministro Valdis Dombrovkis.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió a Letonia un crédito urgente de 7.500 millones de euros el pasado diciembre ante la dura crisis económica que sufre el país. La imposibilidad de colocar sus bonos sitúa al borde de la quiebra al Estado, ya que se prevé que el déficit público se dispare por encima del 9% del PIB este mismo año, haciendo insostenible la financiación pública.
Letonia precisa reducir su déficit al 5% para poder recibir el siguiente tramo del crédito concedido por el FMI, que se esperaba aprobar el próximo julio y que asciende a 1.200 millones de euros.
El PIB del país báltico se contrajo un 18% interanual en el primer trimestre del año, sufriendo una de las peores recesiones de la toda la UE junto a otros países del Este, como Ucrania. La única receta para recibir ayuda del FMI es reducir el déficit público. Por ello, el Gobierno letón decidió el pasado jueves, con el apoyo de sindicatos, empresarios y principales fuerzas políticas, reducir un 10% las pensiones de los jubilados y un 20% el sueldo de los funcionarios del país -médicos, profesores, etc.-, así como eliminar algunos organismos y empresas públicas.
El Ejecutivo se ha comprometido a seguir reduciendo el gasto público hasta 2011 para poder cumplir a medio plazo el Pacto de Estabilidad de la UE -un déficit máximo del 3% del PUB- y, de este modo, poder adoptar el euro.
Argentina y el fantasma del corralito
Pese a dichos recortes presupuestarios, el ministro de Economía, Einars Repse, estima que el déficit ascenderá este año al 10% del PIB, aunque en el pro de los casos se podría disparar hasta el 11,6%, informa Bloomberg.
En este sentido, Ambrose-Evans Pritchard, prestigioso analista del diario británico The Telegraph, compara la situación de Letonia con la crisis de Argentina de comienzos de la presente década -con corralito incluido-.
Según Prtichard, Letonia se enfrenta a una devaluación mínima del 30% de su moneda nacional -el lat-, cuyo valor está ligado al euro con un tipo de cambio fijo, al igual que acontecía con la paridad dólar-dólar entre EEUU y Argentina.