LD (EFE) Los bancos de "proximidad" en Suiza han recibido un flujo inédito de miles de millones de francos en los últimos meses, al punto que han empezado a tener problemas para gestionar y colocar esos fondos.
El primero en anunciar que limitará la apertura de nuevas cuentas ha sido el Banco Cantonal de Zúrich, que ha dicho que evaluará caso por caso y podrá rechazar a nuevos clientes, mientras que el Banco Cantonal de Schwytz ha sido más drástico y ha indicado que rechazara de plano abrir nuevas cuentas.
Por su parte, los bancos cantonales de Neuchatel y Jura han establecido restricciones para los nuevos clientes.
El banco Raiffeisen, constituido sobre el modelo de cooperativa, recibe un promedio de 1.000 millones de francos cada mes y, aunque no ha limitado la apertura de cuentas, hay una lista de espera de dos semanas para la atención a los nuevos clientes.
La filial financiera de Correos de Suiza (PostFinance) ha acogido a 62.000 nuevos clientes desde principios de año, quienes han depositado 4.800 millones de francos en esa entidad, que ahora se ve en dificultades para colocar esos fondos debido a la tensión que reina en el mercado interbancario.
Los depósitos en los bancos cantonales y en PostFinance, al igual que otros tipos de inversiones, están garantizadas total o parcialmente por la Confederación Helvética o los cantones, por lo que inspiran mayor confianza entre los pequeños ahorradores.
Ello frente a una garantía de depósitos que en Suiza alcanza apenas los 30.000 francos (unos 19.000 euros), frente a los 50.000 euros acordados a nivel de la Unión Europea.
Las autoridades suizas han señalado que esa cantidad debería ser revisada al alza, pero no han emprendido las gestiones necesarias ante el Parlamento ni se han fijado un plazo para adoptar la decisión.