El sindicato UGT ha convocado movilizaciones en toda España para el 7 de octubre en defensa del empleo decente y digno, aunque no descarta más protestas ya que sigue culpando a la patronal de que se hayan bloqueado los convenios colectivos.
Así, volverán a manifestarse a causa de la fuerte sangría laboral que sufre España, pero no lo harán contra el Gobierno, o su política económica, si no contar los empresarios a quienes piden "un empleo digno".
Nuestro país va camino del 25% de tasa de paro y en el último año ha destruido más de un millón de empleos. Una situación muy diferente a la que se vivía en España en 2002 cuando la tasa de paro era del 8,7% y encadenaba meses de bajadas. Entonces, UGT y CCOO convocaron una huelga general al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. Zapatero pidió en abril a los sindicatos cariño y evitar las huelgas generales. Ahora, UGT prepara movilizaciones, pero lo hará contra la clase empresarial.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha justificado estas protestas debido a la "situación bastante seria" que se ha producido por el bloqueo en la negociación de los convenios colectivos y que atribuye a la patronal. En su opinión, los empresarios impiden mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y luchar por el empleo digno. La CEOE, por su parte, pide rebajas en las cotizaciones sociales y unas revisiones salariales acordes con el IPC negativo que registra nuestra economía.
Por esta razón, y en función de los acontecimientos, Méndez no ha descartado que "si no se puede corregir esa situación con la patronal", después del 7 de octubre, Día Mundial del Trabajo Decente, se convocarán nuevas movilizaciones en toda España antes de que finalice este año.
Según recoge Europa Press, a preguntas de los periodistas, Méndez, que se encuentra en Melilla para celebrar entre este lunes y martes el Consejo Confederal de la UGT, ha considerado que "para resolver los problemas sociales y económicos de España, hay que cambiar el chip" y erradicar las prácticas de los empresarios hacia los jóvenes, los cuales sufren una "discriminación" respecto al resto de la población laboral.
Sobre esta cuestión, ha criticado que los trabajos que se ofrecen actualmente a la juventud son de escasa retribución y gran precariedad, lo cual "tiene poco que ver con su cualificación profesional".
El líder de UGT ha abogado por solventar esta situación "iniciando un sendero en el que España se genere empleo de más valor añadido, de más calidad, que nos permita aprovechar los avances tecnológicos y aprovechar la cualificación de los jóvenes". Según Méndez, los problemas de las empresas "se pueden resolver" con la negociación colectiva y sin necesidad de "recortar los derechos laborales".
Por esta razón, ha mostrado la voluntad de UGT de establecer una vía de diálogo y negociación con la patronal "de manera bilateral a lo largo de las próximas fechas", ya que, si se impusiera la tesis del sector empresarial, "los jóvenes de nuestro país tendrían como sueño inalcanzable poder acceder a un empleo estable y de calidad, coherente con su cualificación y con una retribución digna".
De nuevo, UGT ha culpado a la patronal de la ruptura del Diálogo Social, ya que los empresarios quieren adecuar los salarios a la inflación, que en estos momentos es negativa, además piden que se rebajen las cotizaciones sociales. Sobre los impuestos, la CEOE ya se ha mostrado contraria a la subida impositiva. Al contrario que el líder de UGT que sigue mostrando su "cariño" al presidente del gobierno y apoya la subida fiscal.
Y es que buena parte de la financiación de los sindicatos procede de las subvenciones del Estado. En concreto, el pasado 2008, los contribuyentes a través del Ministerio de Trabajo dieron a CCOO y UGT casi 15 millones de euros. Con esta partida de fondos públicos es difícil que los sindicatos se enfrenten al Gobierno.