Por enésimo mes consecutivo el Gobierno vuelve a jugar con los datos de afiliación, que son los que mejor indican el número de trabajadores y, como tales, sustento del sistema de Seguridad Social, que hay en el país. Ajustando la estacionalidad los datos ofrecidos por el Ministerio toman un cariz muy distinto. La economía española no ha creado algo más de 60.000 nuevos empleos sino que ha destruido unos 30.000. La tendencia del mercado laboral español eliminando los picos de contratación temporal que se producen en verano muestra que la Seguridad Social ha perdido casi dos millones de afiliados ocupados, exactamente 1.791.586, desde enero de 2008.
Corrigiendo estadísticamente la influencia del momento del año en que se realice la cata de datos se obtiene un indicador mucho más fiable para medir el patrón de crecimiento o decrecimiento del número de afiliados y hacer comparaciones históricas. Tomando los datos ajustados se observa que entre julio de 2009 y julio de este año la Seguridad Social ha perdido casi 300.000 afiliados, o que, haciendo esa comparación con el mismo mes de 2008, la pérdida de afiliados es extraordinariamente alta, de más de millón y medio de afiliaciones.
Estos datos puestos en perspectiva histórica, y comparados con el creciente número de pensionistas nos llevan directos a la segunda trampa, la demográfica, en la que España ya ha entrado a tumba abierta. El número de pensionistas crece de manera sostenida desde hace varias décadas debido al progresivo envejecimiento de la población y a la alta esperanza de vida de la que gozamos los españoles. El de afiliados, por su parte, disminuye desde hace tres años.
El ratio afiliado a la Seguridad Social/pensionista en España ha sido siempre extremadamente bajo por la rigidez del mercado laboral que cuenta con fuertes barreras de entrada. Durante dos décadas el número de afiliados ocupados estuvo entre los 12 y los 13 millones de personas mientras el número de pensionistas no hacia más que aumentar. Los años de bonanza equilibraron ese ratio incorporando más afiliados que pensionistas, pero esa tendencia se ha roto. Desde 2007 la Seguridad Social pierde cotizantes y gana pensionistas. Si en la relación metemos a los afiliados desempleados, que viven su mayor parte de subsidios estatales no capitalizados, el panorama es aún más desolador.
Así, a día de hoy por cada pensionista hay solo 2,2 trabajadores afiliados y con trabajo. En números absolutos estaríamos hablando de unos 17 millones y medio de afiliados ocupados por casi ocho millones de pensionistas y unos tres millones de desempleados.