Valeriano Gómez no quiere ser menos que sus antecesores. Especialmente, parece haberse fijado en Jesús Caldera, el ministro que introdujo el maquillaje estadístico en las cuentas de los Servicios Públicos de Empleo para que no todos los parados computen como tales. El salmantino, antigua mano derecha de Zapatero, introdujo una modificación poco antes de las nuevas elecciones generales para que no contasen como parados algunos demandantes de empleo.
Además, hace unos meses, la Fundación Ideas, que preside Caldera, pidió que se diesen cursillos de formación al menos para el 50% de los parados. Ésta es una propuesta que sacaría de las listas a numerosas personas, no porque hubieran encontrado trabajo, sino porque estarían en una lista de un curso (además, así se les pagaría la nueva ayuda de 350 euros que ha presentado hace unos días el Ejecutivo).
Pues bien, según informa este martes M. Valverde en Expansión, parece ser que el señor Gómez no quiere quedarse atrás y ha propuesto a las comunidades autónomas que saquen del registro mensual de parados a los desempleados que cobren prestaciones y no renueven su demanda de empleo cuando les corresponde. Es decir, que un simple olvido, retraso o enfermedad haría que un parado quedase fuera de las listas oficiales, las que se utilizan para determinar los datos de paro registrado.
Hasta ahora, si un parado que no recibía prestación dejaba de renovar la demanda se le borraba de las listas. Se entendía que alguien que no acudía en la fecha fijada a los Servicios Públicos de Empleo había dejado de buscar trabajo. Sin embargo, en el caso de una persona que sí tiene derecho a subsidio, se entendía que simplemente se había debido a un descuido, porque la lógica dice que nadie va a renunciar voluntariamente a una paga mensual hasta que tenga trabajo (y, en ese caso no habrá dudas, porque tendrá que ir al antiguo Inem a darse de baja).
Según la información de Expansión, Gómez se lo ha pensado mejor y está viendo con las comunidades autónomas (que gestionan estos servicios), como sacar de la categoría de "parado registrado" a estas personas que, sin embargo, no habrán encontrado trabajo. Es difícil saber cuántos desempleados estarán en esta situación. En teoría, no serán muchos porque nadie quiere dejar de renovar el paro salvo causa de fuerza mayor u olvido. Pero, en cualquier caso, será una ayuda para que el Gobierno pueda defender que el número de parados está por debajo de la cifra mágica de los cuatro millones. Y en el próximo año y medio hay dos citas con las urnas.
La EPAy el Inem
Los movimientos del Ministerio de Trabajo ayudan a explicar una de las más peculiares rarezas estadísticas de la economía española. Desde hace unos años, de forma consistente, los datos de paro que muestra la EPA (Encuesta de Población Activa) cada trimestre están medio millón por encima de los que presenta el Gobierno cada mes.
De esta manera, en septiembre de 2010, en su último estudio, la EPA afirmaba que en España había 4.574.700 personas. Este dato lo obtiene el INE a través de una encuesta en la que pregunta a los activos (no jubilados, estudiantes, etc.) mayores de 16 años activos si "durante la semana de referencia han estado trabajando al menos una hora a cambio de una remuneración".
Mientras, el antiguo Inem (los actuales servicios públicos de empleo) publica cada mes los datos registrados en sus miles de oficinas repartidas por todas España. En ese mismo mes de septiembre de 2010, sus cifras daban una cantidad de parados de 4.017.763. De nuevo, esa diferencia de medio millón entre el Inem y la EPA.
La pregunta que se hacen muchas personas es cómo puede haber una discrepancia tan alta entre dos organismos oficiales. Y la respuesta quizás haya que buscarla en la forma en la que el Inem cuenta a los parados. Porque para la contabilidad del Ministerio de Trabajo, no todos los no ocupados que buscan empleo son parados. ¿Y, entonces, qué son? Se preguntarán muchos. Pues para explicarlo está la estadística.
Demandantes de empleo y parados
Las tablas de los servicios públicos de empleo dividen a los demandantes de empleo en varias categorías. Quizás lo más sencillo sea analizarlas con los datos de la última publicación, correspondiente a diciembre de 2010 (ver imagen)
1. Demandantes de Empleo: 5.504.411. Son todas las personas que se han acercado a las oficinas públicas y han dicho que están buscando empleo.
2. Ocupados: 955. 996. Son demandantes de empleo que tienen trabajo pero buscan otro. En esta clasificación entran muchas personas que, aunque no son parados técnicamente hablando, están trabajando sólo a tiempo parcial o con contratos especiales, y por eso quieren cambiar y se acercan al Inem.
3. Demandantes de empleo con baja disponibilidad: 221.683. Son parados que buscan un trabajo incluyendo algún tipo de restricción por su condición (pensionistas, jubilados, inmersos en un ERE, fijos discontinuos) o por el tipo de empleo que buscan (sólo a domicilio, teletrabajo, en el extranjero, en otra comunidad,...). Estas personas están paradas, pero no cuentan para las cifras oficiales por estas peculiaridades.
4. Otros Denos: 226.659. Dentro de la categoría genérica Denos (demandantes de empleo no ocupados) están tanto los parados registrados como los llamados "Otros Denos". Pero estos últimos no cuentan tampoco como parados. Son 226.659 personas divididas en dos grupos.
4.1 Por un lado, están los Trabajadores Eventuales Agrícolas Subsidiados (TEASS). Es decir, los que cobran el subsidio del PER. Que no están catalogados como parados aunque durante la mayor parte del año no trabajen en nada.
4.2 Por otro lado, están los "otros denos" propiamente dichos, que engloba a los demandantes de empleo coyuntural, los que piden una jornada menor de 20 horas o los estudiantes. En esta categoría es en la que, en la anterior legislatura, con Caldera como ministro de Trabajo, se incluyó a todas aquellas personas que estuvieran recibiendo algún tipo de formación para orientarles en la búsqueda de trabajo.
5. Parados registrados: 4.100.073. Son los considerados parados oficialmente.
La suma de las categorías 2+3+4+5 es la cantidad de demandantes.
Las personas incluidas en los grupos 3 y 4 están realmente parados (es decir, no tiene trabajo), pero no son considerados oficialmente como tales por cuestiones estadísticas. De hecho, si se suman los apartados 3+4+5 salen 4.548.415 parados. Una cifra sorprendentemente (o quizás no tanto) parecida a la de la EPA.
Ahora, Valeriano Gómez quiere ampliar algo estos grupos con los olvidadizos. ¿Lo conseguirá?