El estudio continúa señalando que durante el último año se crearon 36.400 empleos entre las mujeres y que la ocupación laboral aumentó sin excepción para las mujeres mayores de 35 años y de forma especial entre las de 45 a 54 años. Revisando los últimos datos de paro y afiliación, los dos únicos sectores en los que había crecido la afiliación eran el agrario y el del hogar. Concretamente, 16.400 nuevos empleos en el hogar y 45.000 en trabajos agrarios.
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De aquí se puede deducir que casi la mitad de esos nuevos puestos de trabajo femenino de los que habla Trabajo provienen de nuevos servicios del hogar y la otra mitad del campo.
Este informe confirma que el número de mujeres en paro en el cuarto trimestre de 2008 es inferior al de hombres en esta misma situación, de forma que del total de parados, el 47,4% son mujeres frente al 50,5% que suponían en 1994. Los datos del estudio constatan el impacto de la mujer en el mercado laboral desde 1994, pasando de 4,14 millones de mujeres que trabajan a las aproximadamente 8,5 millones actuales.
También considera positivo que las mujeres representan el 53% de los asalariados del sector público, lo que supone un aumento de 11,1 puntos porcentuales más de lo que representaban hace catorce años. También es cierto que por primera vez en la historia, nuestra administración ya rebasa la cifra récord de 3 millones de funcionarios públicos. Un incremento de 116.200 funcionarios en el último trimestre de 2008 que cuesta a los contribuyentes 108.000 millones de euros.
Pero Trabajo sigue con sus conclusiones. Según Maravillas Rojo, "sin la participación de las mujeres es difícil un cambio de modelo, en estos momentos de crisis". Además señala que ante la necesidad de un cambio productivo en nuestro país "no habrá nuevo modelo sin una mayor presencia de mujeres".
En cualquier caso, la mejor evolución del empleo femenino de la que habla Trabajo no ha terminado con las diferencias salariales entre hombres y mujeres que se han incrementado desde 2006, hasta suponer que el salario percibido por las mujeres fue un 27,5% inferior al de los hombres, según la Encuesta de Estructura Salarial.
Esta diferencia es mayor en los contratos indefinidos y los celebrados en el sector industrial, que suponen un 31,2% y un 30,3%, respectivamente.